La ciudad fueguina de Ushuaia fue ayer escenario de una movilización en la que 2500 personas se congregaron y manifestaron frente a la Casa de Gobierno bajo el reclamo de “Justicia y seguridad”, en respuesta al crimen de un taxista, apuñalado y degollado durante un intento de robo. Frente a este hecho, el gobierno provincial y la municipalidad decretaron para ayer una jornada de duelo y asueto administrativo y ordenaron la suspensión de las clases. Mientras tanto, los investigadores continuaban la búsqueda del autor del crimen.

Familiares, amigos, vecinos, distintos sindicatos y organizaciones sociales se movilizaron espontáneamente y emprendieron alrededor de las 19 de ayer una marcha exigiendo justicia y la renuncia del secretario de Gobierno provincial, Guillermo Aramburu.

Esta expresión multitudinaria surgió a partir de un hecho concreto. El martes último a la noche, Antonio Toledo, de 64 años, fue atacado mientras trabajaba a bordo de su taxi por un pasajero, que lo amenazó con un cuchillo y le exigió que le entregara dinero. Aparentemente, el taxista se resistió y en medio del forcejeo el agresor le dio varios puntazos en distintas parte del cuerpo y le hizo un profundo corte en el cuello. Ante esta situación, la gobernadora fueguina, Fabiana Ríos, señaló ayer que “la mayor prioridad” es esclarecer quién fue el autor del “aberrante crimen”, para que “no quede impune”.