Viernes, 6 de agosto de 2010 | Hoy
SOCIEDAD › MURIO EL BEBE NACIDO TRAS LAS HERIDAS SUFRIDAS POR LA EMBARAZADA EN UNA SALIDERA
El abogado de la familia pidió que el caso sea considerado ahora como un homicidio. Pero los penalistas sostienen que no puede aplicarse esa figura. Fue imputado e interrogado el cajero que atendió a la mujer. Hay un nuevo detenido.
El de Isidro fue un nacimiento prematuro, al igual que su muerte. Vivió tan solo una semana, fue parido a los 8 meses y medio por cesárea en la sala de urgencias del hospital San Roque de La Plata, luego de que su madre, Carolina Píparo, fuera baleada a la salida de un banco. Falleció ayer a las 13 de un paro cardíaco del que no pudo recuperarse. El abogado de la familia, Gustavo Galasso, pidió recaratular el caso como “homicidio calificado” y evitó cualquier reinterpretación jurídica. “El bebé nació y el desenlace fue fatal, y todos sabemos por qué se ocasionó su muerte”, dijo. Píparo está entubada en terapia intensiva, aún no sabe esta noticia. Tampoco sabe que el cajero que le entregó el dinero, y al que ella acusó de entregador, fue interrogado como imputado por el fiscal y que anoche fue detenido otro supuesto miembro de la banda.
Actualmente, la causa está caratulada como “robo calificado por el empleo de arma en concurso real, con tentativa de homicidio doblemente calificado”. Para Galasso, la muerte del bebé implica, en verdad, sumar la palabra “homicidio”, delito por el que se prevé hasta 25 años de prisión, a las acusaciones que pesan sobre los cinco detenidos y el prófugo que sería el entregador de la mujer, Miguel Angel Silva, alias “Pimienta”, quien tiene pedido de captura internacional.
Especialistas coincidieron que la figura grave que podría aplicarse al caso es el de “aborto doloso”, con penas de hasta 10 años. Sin embargo, el penalista Jorge Ninces aseguró que, si se tiene por probado que hay testigos que afirman que la mujer gritó a los delincuentes “¡No me disparen, estoy embarazada!”, podría aplicarse el “homicidio calificado con dolo eventual”, que incluye, como máxima pena, la reclusión perpetua. El tema ya es objeto de un intenso debate legal (ver aparte).
“Al bebé se le terminaron las fuerzas, pero se va en paz. Los médicos nos habían anticipado que era un cuadro complicado y que estaba en manos de Dios”, reconoció ayer Matías, hermano de Carolina Píparo, quien pidió condenas “ejemplares” para los culpables. “No hay palabras de odio –aclaró después–, sino un pedido de la familia para que sea un punto de inflexión. Acá hay gente que se tiene que dedicar a cuidarnos y hay gente del banco que son peores que los que le pegaron el tiro a mi hermana.”
Según el marido de Píparo, ella le contó llorando en el hospital que el que la había entregado el dato que iba a retirar 20 mil dólares “fue el cajero”. La mujer de 34 años había ido el miércoles de la semana pasada al Banco Santander Río, ubicado entre las calle 7 y 42 en La Plata, a pedir ese dinero para comprar la casa que actualmente alquila. El tesorero Gerardo Pereda le aseguró que no tenía ese dinero y que debía volver al otro día. A la mujer le pareció extraño, aunque es un procedimiento normal de los bancos, cuando se trata de las extracción de sumas elevadas, que exijan que el cliente avise un día antes.
Fue el tesorero quien la atendió en la caja para “cuentas premium”, cuando la mujer finalmente retiró 10 mil dólares y 10 mil pesos. Ayer, el fiscal platense Marcelo Romero, quien estimó que el bebé murió porque “no aceptó vivir en una comunidad de salvajes”, le tomó declaración a Pereda, de 50 años y con casi 30 años en el rubro bancario y 18 en Santander Río. Pereda quedó imputado en el crimen, “ya que fue sindicado justamente por las víctimas”, explicó el fiscal, quien consideró que “hay elementos en su contra”, aunque no le dictó prisión preventiva.
“Quedó enganchado por lo que dijo la mujer, pero más allá de eso, no tienen pruebas contra él. Así que fue y le preguntaron algunos detalles del banco y sobre todo del procedimiento para la extracción de dinero por ventanilla”, le explicó a este diario Juan Manuel, hijo del tesorero. Según él, su padre está tranquilo, “como siempre”, pero muy dolido por la muerte de Isidro. “Nosotros queremos que se llegue a la verdad rápido y que encuentren de una vez al marcador”, dijo.
Por el crimen están detenidos dos jóvenes, Carlos Burgos y Luciano López, acusados de golpear y balear a la mujer en la puerta de su casa, a veinte cuadras del banco, al que la familia le inició una demanda. También fueron apresadas Stella Maris Grizzia y Jenifer López Medina, de quienes se sospecha que fueron encubridoras, y un hombre, Juan Manuel Calvinete, quien habría actuado como “apoyo” de los ejecutores materiales del ataque. Anoche se agregó otro detenido a lista. Se llama Carlos Fabián Moreno, alias “El Pelado”, y está acusado del delito de “encubrimiento agravado”.
Según comentaron fuentes policiales a Página/12, lo de “agravado” se debe a que fue apresado en la casa de una de las personas detenidas anteriormente, en el centro de La Plata. Pero la figurita difícil para los investigadores es Pimienta, el marcador de 42 años, que actuó dentro del banco y que, al decir del ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, la policía está “a horas de la detención”.
El fiscal ordenó que se realice hoy una autopsia al bebé fallecido para resolver si cambia de carátula. Su madre sólo pudo conocerlo por fotos porque Isidro, que debía nacer el martes pasado, siempre estuvo en terapia intensiva.
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