El presidente de Chile, Sebastián Piñera, pidió ayuda internacional para rescatar a los 33 mineros que desde el jueves pasado están atrapados en la mina San José, ubicada en Copiapó, en el norte del país. Los trabajadores cumplieron ayer más de 96 horas con el acceso cerrado por toneladas de roca, en tanto que los rescatistas redoblaron las tareas en la montaña en busca de ellos, con los que todavía no hubo comunicación.

Piñera se trasladó por segunda vez hasta la zona del desastre con expertos locales de las principales empresas de túneles, ingeniería y minería “para tener la certeza absoluta de que estamos haciendo todo lo humanamente posible”. Además, el gobierno se contactó con países que tienen mucha experiencia en materia minera como Perú, Estados Unidos, Canadá y Australia, “porque si hay alguna tecnología, equipamiento o conocimiento que nos pueda ayudar, lo vamos a utilizar”. “Se trabajará en el rescate sin descanso”, dijo.

El mandatario precisó que se está trabajando en tres frentes paralelos: en el sondaje, en el túnel de ventilación y en tratar de recuperar la rampa de ingreso al túnel para contactar a los mineros. “El desafío no es fácil. Esto no solamente está en nuestras manos, también está en las manos de Dios”, sostuvo. Por otra parte, anunció que acelerará un proyecto de ley que asegure una actividad minera que dé más garantías a los trabajadores, ya que a partir de este episodio, se constató que “en muchas explotaciones mineras, la seguridad no está siendo considerada como se debiera”, admitió.

Ayer, un centenar de rescatistas chilenos redoblaron los trabajos de perforación en las montañas del desierto de Atacama en búsqueda de los trabajadores atrapados. El gobierno y los dueños de la minera San Esteban, propietarios del yacimiento accidentado, advirtieron que la distancia mínima para encontrar a los operarios es de unos 700 metros y que las máquinas sólo perforan unos 100 metros por día.

Por su parte, el comandante de Bomberos, Cristóbal Goñi, calificó de “muy compleja” la operación y dijo que aunque los rescatistas penetren la zona, eso no implica que “el resultado sea positivo”.

La Federación Minera de Chile denunció falta de fiscalización de las condiciones de seguridad por parte del Estado, acusó a las empresas de preocuparse sólo de extraer mineral y anunció una serie de movilizaciones. “El Estado, a través del Servicio Nacional de Geología y Minería, tiene que hacerse cargo de estos accidentes y ponerles freno a las empresas que sólo quieren sacar riquezas a costa de sus trabajadores”, dijo Miguel Barraza, director de la federación sindical que agrupa a doce mil mineros.

Javier Castillo, del sindicato de la mina, señaló que abogados de la Federación y juristas de la Central Unitaria de Trabajadores estudian fórmulas para “cerrar de una vez por toda esta maldita mina”. “Ya hemos tenido tres muertos y la empresa siguió operando”, declaró.