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Luego de los distintos debates sobre derechos de los pueblos originarios que se desarrollaron el lunes en la Legislatura porteña, ayer fueron acercadas las conclusiones a los legisladores para que den curso a las propuestas y reclamos, “ampliamente postergados y que se encuentran amparados por la Constitución nacional, por tratados y convenios internacionales, así como también por leyes de la ciudad de Buenos Aires”. La propuesta dominante fue la creación de la Casa de los Pueblos Indígenas en la ciudad de Buenos Aires, un lugar específico de reunión y atención de las comunidades originarias.

Además, representantes de las comunidades indígenas llevaron a los legisladores la propuesta para promover la educación intercultural bilingüe y se solicitó la reglamentación de la Ley de Cultura en la ciudad. Entre otras cosas, se propuso la modificación de símbolos en la ciudad, tal como erradicar el monumento a Julio Argentino Roca, sustituir el nombre de la Plaza Virreyes por el del Monumento a la Mujer Originaria y modificar la bandera y el escudo de la Ciudad de Buenos Aires, ya que contienen símbolos que expresan el dominio cultural, para reemplazarlo por algún emblema que refleje la diversidad cultural.

También se propuso crear una comisión, integrada por representantes de los pueblos originarios, para darles seguimiento a las políticas de ese sector en la Legislatura porteña.

Al encuentro en la Legislatura “asistieron alrededor de 15 legisladores, por lo que se determinó que se enviarán copias de los documentos a todos los que no asistieron para que las propuestas se puedan convertir en proyectos de ley”, indicó Alejandro Mosquera, de la Dirección General de Cultura de la Legislatura, organizadora del encuentro.