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Un joven que se peleó con un grupo de muchachos a la salida de un boliche del centro de La Plata condujo su camioneta en contramano, se subió a la vereda y atropelló intencionalmente a sus rivales, a uno de los cuales mató, además de arremeter contra policías, que lograron detenerlo. Según los investigadores, todo comenzó dentro del boliche El Templo, donde se produjo una pelea entre dos grupos de jóvenes, varios de los cuales se hallaban en estado de ebriedad y fueron expulsados del local. El boliche se encuentra en la esquina de la calle 5 y la avenida 60, a pocos metros de la comisaría 9ª de la ciudad de La Plata. El hecho se desarrolló alrededor de las 6 de la mañana del domingo.

María de las Mercedes Aguilar, madre del joven asesinado, contó a la prensa que los problemas comenzaron cuando “un amigo de Sergio sacó a bailar a una chica que estaba con un patovica”. La mujer precisó que “cuando esa persona los vio bailando, tomó al chico del cuello y lo sacó a la calle”. Ya fuera, “fueron atacados por varios muchachos, algunos armados con fierros. A uno de los amigos de mi hijo le abrieron la cabeza de un fierrazo y está grave”.

Los dueños del local llamaron a la policía y cuando llegaron los uniformados lograron calmarlos o, al menos, así pareció en principio. Pero uno de los jóvenes, José Rojas López, salió corriendo y se subió a su camioneta Ford F-100 gris que se hallaba estacionada a pocos metros del boliche. Aceleró a fondo en contramano por la avenida 60, se subió a la vereda y atropelló al grupo de muchachos con el que se había enfrentado. Entre ellos se encontraba Sergio Martín González (23), quien falleció cerca de las 9 del día siguiente en el Hospital Rossi, al que había sido llevado para su atención.

En tanto, otros cinco jóvenes amigos del fallecido también resultaron con heridas, aunque cuatro de ellos fueron atendidos en distintos centros asistenciales y fueron dados de alta, mientras que uno quedó internado en estado reservado.

Al subir a la vereda y cargar contra el grupo también arremetió contra los policías que intentaban calmar los ánimos. Los uniformados lograron esquivar la camioneta y luego, a duras penas, pudieron contener al agresor y detenerlo. Inicialmente fue demorado por presentarse en primera instancia como un supuesto accidente de tránsito, pero por la tarde, Rojas López quedó formalmente detenido por orden del juez de Garantías platense, Fernando Mateos.