Finalmente el peronismo bonaerense fumó la pipa de la paz. En la última sesión del año, el Consejo del Partido Justicialista provincial tuvo asistencia casi perfecta y concordia entre los distintos sectores que la componen. “Hay un gran espíritu de cohesión”, señaló a Página/12 Alberto Pérez, jefe de Gabinete y consejero, y el protesorero del consejo, Omar Plaini, destacó “la concordia y la voluntad de trabajo” de los asistentes a la reunión. Bajo la presidencia de Hugo Moyano, el encuentro se realizó en la gobernación bonaerense con Daniel Scioli como anfitrión y se cerró con un fuerte respaldo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Luego hubo un brindis de fin de año al que asistieron más de 350 personalidades políticas del peronismo.

El encuentro del PJ fue encabezado por Hugo Moyano y el anfitrión Daniel Scioli. Comenzó media hora después del horario al que había sido citada, pero el arribo de los consejeros –fueron 44 de los 48 que integran el órgano de conducción provincial– demoró unos minutos el inicio. Scioli abrió la sesión llamando a la unidad partidaria porque “dentro del justicialismo están las soluciones que todavía le faltan al país”. La masiva asistencia dio por enterrada la sesión anterior en la que distintos sectores del peronismo le mostraron cierta disconformidad a Moyano por discrepancias con su presencia en la conducción luego del accidente cerebrovascular del vicegobernador y titular de la seccional regional del PJ, Alberto Balestrini.

El transcurso de la sesión fue sin mayores problemas. Donde se esperaba alguna voz contraria era en la aprobación del acta del encuentro anterior en donde Moyano impuso al dirigente de los canillitas Plaini en la protesorería del Consejo. Sin embargo, se aprobó sin miramientos como consecuencia directa del pulido que se le dio a la reunión entre la sesión del 26 de octubre y la de ayer. En el medio falleció el ex presidente y conductor del PJ Néstor Kirchner, modificando el escenario político. La gran asistencia de los consejeros dejó de lado la experiencia amarga de la última reunión en la que el presidente del PJ bonaerense logró el quórum mínimo para sesionar. Distintos intercambios privados entre los caciques provinciales y Moyano fueron moldeando el acuerdo que aflojó la relación con aquellos que no veían con buenos ojos la conducción del camionero. La tullida relación entre el sindicalista y algunos jefes comunales quedó así en una impasse mientras se termina de definir la estrategia electoral del PJ.

Luego del pase de facturas entre la rama gremial y la rama política, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner citó a Moyano a la quinta de Olivos y sumó a Scioli para tratar el tema y reforzar el liderazgo del camionero frente a los intendentes. El líder de la CGT suspendió el encuentro que iba a realizarse el 19 de noviembre en Mar del Plata para terminar de limar asperezas antes de verse las caras nuevamente de manera oficial.

“Iniciamos la sesión con un minuto de silencio por Néstor para después hacer un análisis de la situación política nacional y provincial. Fue una de las mejores sesiones del consejo”, afirmó Plaini en diálogo con este diario. En la reunión no se habló de candidaturas, aunque algunos intendentes “presentaron encuestas en las que la Presidenta y Scioli miden muy bien”, aseguró una fuente partidaria que presenció la reunión. Además se aprobó que la supervisión de la reparación de la casa de Gaspar Campos en la que vivió Juan Domingo Perón cuando regresó al país después de dieciocho años de exilio quedara bajo el ala gremial; se definió también una campaña activa de jóvenes durante el verano y el debate por la certificación de las afiliaciones quedó a resolver.

Al finalizar el encuentro, el ministro de Interior, Florencio Randazzo, aseguró que la idea era “colaborar para que la difícil tarea que le toca a Moyano, que es conducir el PJ, nos encuentre a todos los consejeros como compañeros de ruta”. Además de Randazzo estuvo el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, que también participó como integrante del órgano partidario. A esa altura comenzaban a llegar los invitados a la cena de “camaradería” que organizó Scioli con intendentes –Sergio Massa no asistió “por los cables de la embajada norteamericana”, fue el comentario entre algunos asistentes– y presidentes de otras regionales del PJ. El secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, y el diputado Carlos Kunkel, entre otros, se acercaron para compartir las pastas, el lomo y el postre de helado que se sirvió en una carpa en los fondos de la gobernación y empujar la concordia justicialista.