Medio con remilgos y pucheros, Mirtha Legrand reconoció en su programa televisivo que el robo que sufrió en su departamento tiene origen en alguien de su círculo cercano. “La gente que me acompaña está conmigo desde hace 25 o 30 años, es gente de muchísima confianza, no sospecho de nadie de mi entorno –aseguró Mirtha–. Pero que hay una persona, un delator, eso es evidente.” La locutora reconoció que le habían robado alrededor de 600 mil pesos y joyas y que lo que más lamentaba era su anillo de matrimonio. “Me dejaron sin nada”, evaluó la locutora, aunque costó que le creyeran. La investigación, como informó este diario, ponderaba como hipótesis la de un entregador del círculo cercano de Mirtha o de ex empleados, aunque en este último caso la hipótesis resultara más dudosa ya que los ladrones contaron no sólo con juegos de llaves del edificio y del departamento, sino con información reciente, como que la locutora se encontraba en el casino de Victoria, en Entre Ríos, durante el fin de semana. Curioso que el mismo departamento de Legrand ya hubiera sido asaltado bajo la modalidad “hombre araña” en 1998 y por ese hecho fue condenado tras un juicio oral el mismísimo Mario Vitette Sellanes, el del “robo del siglo” al Banco Río de Acassuso.