La explosión de un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la población de San Martín de Texmelucan, en el centro de México, provocó el incendio de más de una treintena de casas, y casi un centenar de víctimas entre muertos y heridos. Según las primeras conjeturas, el estallido que derivó en varias explosiones sucesivas fue producido por una pinchadura del ducto con fines de robo de petróleo. Al cierre de esta edición, las autoridades habían contabilizado 27 personas fallecidas, 52 heridos (cinco de ellos de suma gravedad), 32 viviendas totalmente destruidas y 83 dañadas por efecto de la explosión. El presidente mexicano, Felipe Calderón, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas y ofreció su solidaridad.

A 95 kilómetros al este de la capital mexicana y 32 al oeste de Puebla, capital del estado poblano, San Martín Texmelucan es una ciudad de 198 mil habitantes, que ayer durante la madrugada fue atravesada por la tragedia. Según declaraciones del secretario de gobierno estatal, Valentín Meneses, el estallido pudo ser causado por una extracción clandestina del oleoducto.

Al menos 27 personas murieron calcinadas, entre ellas 12 chicos, mientras que 52 heridos eran atendidos en los hospitales locales, cinco de los cuales se encontraban en estado desesperante y habían sido trasladados a hospitales del estado de Puebla.

Una densa columna de humo se pudo apreciar en las primeras imágenes difundidas por la televisión, mientras que a lo largo del río Atoyac el paisaje era desolador, con casas dañadas, autos y árboles quemados.

“Todos los tanques de gas volaban en la colonia Las Torres” de Texmelucan, dijo Carlos Hipólito, quien junto con su familia desalojó su casa para ponerse a salvo cuando apenas habían pasado las 5 de la madrugada. “Salió una llamarada enorme de la tierra, que luego se extendió”, agregó el campesino.

Autoridades de Pemex, de seguridad estatal, protección civil, cuerpos de auxilio y bomberos sofocaron el incendio e intentaban evitar que haya más fugas del oleoducto. Efectivos del ejército resguardaban la zona para evitar que las personas se acercaran, ante el riesgo de nuevas explosiones.

En conferencia de prensa encabezada por el secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, se confirmó la muerte de 27 personas, incluyendo 12 menores de edad, 52 heridos, 32 casas destruidas y 83 dañadas. Encargados de protección civil y de salud detallaron que de los 52 lesionados, cinco están graves, y 12 ya fueron dados de alta. De los 27 fallecidos ya fueron identificados 18.

El presidente Felipe Calderón expresó sus más sentidas condolencias a los familiares de las personas que fallecieron y manifestó su “solidaridad y apoyo a los lesionados y a las familias cuyo patrimonio ha sido dañado por este lamentable suceso”. Calderón reconoció la oportuna intervención de los trabajadores de Petróleos Mexicanos, del Sistema Nacional de Protección Civil y el apoyo de las autoridades estatales, municipales y del ejército mexicano para “controlar el incendio y evacuar a los habitantes de la zona a lugares seguros” y “evitar una tragedia mayor”.

Calderón dio instrucciones para que “de inmediato se brinden los cuidados médicos necesarios a los heridos y se atienda a las familias de quienes perdieron la vida”.

La explosión afectó una zona de cinco kilómetros cuadrados y se produjo en la Estación de bombeo número 7 San Martín Texmelucan, a las 6 menos diez de la mañana. En una de las imágenes que mostraba la televisión mexicana, una calle conocida como “camino al centro” se podía ver totalmente vacía y cubierta de autos quemados.