En Iguazú, a un día del naufragio en las cataratas que causó dos muertes, todavía no había una hipótesis oficial acerca de los motivos del accidente, aunque sí habían llegado los peritos encargados de investigar lo sucedido. Al anochecer, el prefecto principal de la delegación, Jorge Verón, explicó a este diario que sólo continuaba internado uno de los sobrevivientes, “el patrón de la embarcación” siniestrada. La empresa de excursiones, por segundo día consecutivo, suspendió todos los paseos en la zona porque, explicó en un comunicado, “nuestra prioridad es atender en forma directa y personalizada a los accidentados para brindar la contención necesaria”. Ayer mismo se encontraba en gestiones para facilitar el viaje a Argentina de “familiares de las víctimas fatales”, ambas norteamericanas.

Durante el lunes, algunas versiones habían indicado que el accidente podría haber sido causado por un choque de la lancha contra alguna pared de piedra. Sin embargo, por la fisonomía del paisaje, tal golpe resultaría imposible. Ayer, otra versión no oficial sugería que el gomón podría haber rozado una roca saliente del agua, cuyo impacto provocó que la nave diera una vuelta de campana en pleno río Iguazú. Tampoco esta hipótesis halló corroboración ayer.

En diálogo con este diario, el prefecto principal Verón comentó al caer la noche que los peritajes aún no habían comenzado, por lo cual no era posible arriesgar hipótesis acerca de qué pudo provocar el episodio. A esa hora estaba “arribando desde Posadas personal de Prefectura (Naval Argentina), personal del servicio de buceo que va a llevar adelante la investigación subacuática y pericial”, explicó. Todo indicaba que el inicio de las actividades será recién esta mañana “a primera hora”, porque “tienen que trabajar sobre la embarcación”, que permanece en el río desde el accidente.

Por otra parte, el médico Hugo Benítez, responsable del Hospital Marta Schwartz de Puerto Iguazú, precisó que ayer fue dado de alta el norteamericano Robert Eberts, de 26 años, cuya esposa falleció ahogada ayer durante el accidente. El hombre sufrió traumatismos en una pierna y se encontraba bajo los efectos de un fuerte shock emocional, por lo que, explicó Benítez, “permanece en el hotel con atención de enfermeros”. También fue dado de alta Angel Trinidad, de 33 años, quien formaba parte de la tripulación. Su compañero de tareas, Mario Alberto Aguirre, de 42 años, por la tarde fue dado de alta en el hospital brasileño Costa Cavalcanti de Foz de Iguazú, Brasil, adonde había sido trasladado en helicóptero. En cambio, permanecía internado Leonardo Abba, de 42 años.

Los demás sobrevivientes se encontraban alojados en un hotel de Puerto Iguazú, con asistencia de profesionales.

Los cuerpos de Laura Eberts Matejik, de 28 años, y Philip Musgrove, de 70, regresaron ayer a Iguazú, luego de la autopsia practicada en Posadas, de acuerdo con órdenes del juez subrogante de instrucción de Puerto Iguazú, Ricardo Gerometta, que investiga las responsabilidades del caso.

Ayer no se habían reanudado los paseos en la zona y se desconoce cuándo volverán a realizarse. Las actividades turísticas de Iguazú Jungle Explorer se encuentran suspendidas “hasta nuevo aviso”, explicó a Página/12 su vocera, Liliana Mantulak, quien señaló entre las causas a las tareas de peritaje. El prefecto principal Verón comentó a este diario que esa decisión, en realidad, es “estrictamente de la empresa”. “El dueño lo manifestó así, también su personal. Hoy (por ayer) anunciaron que no están con ánimo para hacer los paseos.”

En un comunicado dado a conocer ayer, la empresa turística lamentó “profundamente esta imponderable circunstancia”, cuyos motivos “se desconocen” pero “luego revelarán los peritajes”.