Siete chicos, de entre tres meses y 14 años, y su padre, de 48, murieron en la madrugada de ayer en la localidad bonaerense de Guernica, cuando la casa en la que vivían se vio envuelta en llamas. La madre de los chicos, de 33 años, fue la única sobreviviente y permanece internada en el hospital del partido de Presidente Perón, con 15 por ciento de su cuerpo quemado y en estado de shock. La vivienda quedó totalmente destruida, ya que ante la expansión del fuego el techo y las paredes cedieron. La hipótesis más fuerte avanza sobre un incendio intencional, provocado por un vecino que el día anterior había discutido con la mujer que logró sobrevivir. El sospechoso quedó detenido, ya que elementos recolectados por los investigadores en el lugar del siniestro y en su vivienda lo comprometen.

Pasadas las dos de la madrugada de ayer, una llamada al 911 reportó un incendio en una casa ubicada en la calle Brandsen, entre Cañuelas y San Miguel del Monte, del barrio La Loma, en Guernica. Cuando la policía arribó a la vivienda encontró a “una mujer con una beba en brazos que gritaba que su pareja y el resto de sus hijos estaban adentro”, contó la fiscal, Cristina La Rocca, quien caratuló la causa como incendio agravado. Luego, llegaron los bomberos y comenzaron a trabajar para extinguir las llamas.

Una vez controlado el incendio, agentes de la policía entraron al hogar, que se había convertido en una pila de escombros, y se toparon con siete cadáveres carbonizados: seis de los chicos y uno del padre de éstos, Rafael Santa Cruz, oriundo de Paraguay. Christian, Luciano, Víctor, Rubén, Ayrton y Adrián son los niños que murieron mientras la casa se quemaba.

A partir del testimonio de vecinos y de la madre se reconstruyó que, alrededor de las dos, Vera se despertó para preparar la mamadera de su beba, de tres meses, y en ese momento sintió que una nube de humo se expandía por la casa, al tiempo que algunas llamas ingresaban por la puerta de entrada. Según los relatos aportados a la fiscalía, el marido sacó de la casa a su esposa y la beba e intentó rescatar al resto de sus hijos. En ese acto “creen que se le cayó el techo de la habitación y los dejó a todos atrapados”, estimó La Rocca.

Vera y su beba, Alma, fueron trasladadas al hospital de Presidente Perón. La pequeña de tres meses había sufrido quemaduras en el 35 por ciento de su cuerpo. En la tarde de ayer se la iba a derivar al hospital Garrahan, pero murió antes a causa de un paro respiratorio. La madre “tiene el 15 por ciento de su cuerpo quemado y está con una crisis psíquica”, informó a este diario Rubén Taborda, jefe distrital de la Policía Bonaerense. La fiscal aclaró que la mujer “todavía no pudo hablar –en la causa–, ya que su estado emocional no lo permite”.

A pesar de que en un primer momento, en base a una fuerte detonación escuchada por los vecinos, se creyó que el origen del incendio fue la explosión de una garrafa, rápidamente la investigación avanzó en otra línea: el vecino que había discutido con la mujer el día anterior y, enfurecido, habría echado combustible sobre la casa, para luego quemarla. Con menos fuerza se trabajó una hipótesis en torno de una discusión de la pareja que habría desembocado en el incendio.

El hombre sospechoso de quemar la casa, que ya fue detenido por la policía, quedó seriamente comprometido. Es que con autorización del Juzgado de Garantías 1 de La Plata, a cargo de Guillermo Atencio, se allanó su vivienda y se le secuestraron elementos que, según las pruebas científicas de la policía, “contenían restos de material combustible, similar al gasoil”, apuntó una fuente de la investigación a Página/12 . Además “tenía el mismo elemento químico en su piel y se encontraba alcoholizado, según probaron pericias médicas”.

El encontronazo entre el vecino y Vera habría sido en la tarde del miércoles, al parecer, por el reclamo del hombre para que un cable de energía que pasaba por la casa incendiada se extendiera 60 metros y llegara también a su vivienda. Según lo narrado por los testigos, el imputado –a quien se identifica con las iniciales E.C.B.–, antes de retirarse, amenazó con quemarle la propiedad a Vera.

También surgió de uno de los testimonios que el hombre habría estado durante la madrugada con un botellón con combustible en inmediaciones de la vivienda. En ese sentido, “dos elementos clave” secuestrados por los investigadores en el lugar del incendio dan consistencia a lo relatado por los testigos. Ahora, el sospechoso quedó alojado en una dependencia policial de San Vicente a la espera de ser indagado.

Informe: Leonardo Rossi.