Estaba charlando con su novio en la vereda. Minutos después se escuchó un disparo. La adolescente de tan sólo 13 años murió de un balazo en la cabeza, en el barrio porteño de Saavedra. Su novio, de 16 años, está acusado de ser quien disparó: al parecer, él manipulaba un revólver, cuando de forma accidental efectuó el tiro que mató a la joven, según dijeron los investigadores. Ahora, el muchacho quedó ayer detenido acusado de “homicidio simple”, a disposición de la Justicia de Menores. En tanto, la policía continúa con la búsqueda del arma utilizada en el hecho.

El miércoles pasado, por la noche, la adolescente fue, con su hermano de 11 años, hasta la casa de su novio, con el que mantenía una relación desde hacía un mes aproximadamente. Allí, a metros de la puerta, la joven se quedó conversando en la calle, en Posta al 4700, con su pareja que, a su vez, estaba con uno de sus hermanos. De repente se escuchó un disparo. Varios vecinos del barrio Mitre, en la zona norte de la ciudad, salieron de sus casas para ver lo que había ocurrido y descubrieron el cuerpo de la joven, ya sin vida, sobre la vereda. Efectivos de la comisaría 49ª de la Policía Federal llegaron al lugar, después de recibir llamados al 911, y establecieron que tras el hecho un joven había salido corriendo del lugar.

En simultáneo, un patrullero de la Policía Metropolitana, estacionado detrás del shopping Dot, escuchó la detonación y fue para el lugar. Cuando llegaron a la escena del crimen, el novio y los otros testigos presentes aseguraron que la muerte se produjo tras un intento de robo. El muchacho les dijo que “lo habían querido robar y que su novia estaba herida”, contaron voceros de la fuerza a Página/12. Pero no faltaba ninguna pertenencia de la víctima. Los investigadores, entonces, desconfiaron de esa versión, y el fiscal de Saavedra, José María Campagnoli, ordenó recabar más testimonios. Primero se sospechó que los adolescentes podrían haber protagonizado una discusión, pero durante la investigación se estableció que los novios no habían tenido ningún problema previo.

Horas después, el hermano de la joven se quebró frente a los efectivos de la comisaría de la Comuna 12 y reveló que el novio había disparado. “El nene dijo que el novio agarró el arma, gatilló cuatro veces y a la quinta vez salió el disparo que le pegó en la cara a la chica”, contó a este diario un vocero de la Metropolitana. La principal hipótesis apunta a que el hermano del joven le entregó el arma cuando estaba junto a su novia y que el acusado comenzó a manipularla. Los investigadores ahora buscan determinar si se trató de un disparo accidental o con intención de matar. Esta situación comenzará a ser analizada con la declaración del joven y las posibles pericias al arma.

El fiscal Campagnoli imputó al adolescente del delito de “homicidio simple” y solicitó al Juzgado de Instrucción porteño Nº 2 que ordene su detención. Al momento de ser apresado, el chico, que cuenta con antecedentes penales por delitos contra la propiedad con arma de fuego, habría reconocido que “cuando jugaba con el arma, se disparó un balazo”, según dijeron los informantes. El acusado quedó a disposición de la Justicia de Menores. La investigación ahora se centra en la búsqueda del revólver homicida. “Se está rastrillando el área para encontrar el arma”, subrayó ayer por la noche un vocero de la Metropolitana.

Informe: Soledad Arréguez Manozzo.