Un policía bonaerense quedó detenido y apartado de su cargo acusado de matar a un joven y herir a otro en la puerta de un boliche, en la localidad bonaerense de Florencio Varela. El efectivo, hijo de un jefe policial distrital, manifestó que un grupo de jóvenes, entre los que estaban las víctimas, intentaron robar su auto y fue entonces cuando utilizó su arma para defenderse. En cambio, las versiones de los allegados al hombre asesinado indicaron que hubo una pelea con el agente, quien estaba “borracho”, y que antes de disparar había hecho ostentación de su arma. La otra persona afectada sufrió un disparo en la pierna y quedó hospitalizada.

La escena ocurrió cerca de las 6.15 de ayer frente al bar-pool La Casona, ubicado en avenida Eva Perón al 4300, y Tres de Febrero. Según explicaron los investigadores, el sargento Isaías Cano –hijo del titular de la Jefatura Distrital de Florencio Varela, Oscar Cano–, sostuvo que estaba junto a dos amigos en su auto, un Chevrolet Tigra, cuando entre 10 y 20 personas lo abordaron para robarle y comenzaron a golpear el móvil.

En ese momento –según esta versión–, el sargento de la comisaría 5ª de Florencio Varela, que no estaba en prestación de servicio, se identificó como policía, desenfundó su arma y efectuó un disparo al suelo. Tras un rebote, la bala hirió en la pierna a Ramón Angel Moreira (24). A partir de entonces se generó un forcejeo, durante el cual Cano disparó nuevamente. Ese tiro impactó en el abdomen de Enrique Romero (30), quien quedó herido de gravedad y fue llevado al hospital Mi Pueblo, de Florencio Varela, donde finalmente murió. En tanto, Moreira permanece internado en el mismo centro de salud con una fractura expuesta en una de sus piernas.

Otra versión dieron los amigos de Romero, quienes manifestaron que el policía disparó porque “estaba ebrio”, y producto de ese estado “cancheareaba” con el arma en la mano. Asimismo, dijeron que previo al enfrentamiento ocurrido en la puerta del bar había existido una pelea con el policía en el interior del boliche.

La esposa de Romero negó que el hombre haya intentado asaltar al policía, ya que “hace nueve años que él trabajaba en una curtiembre en Avellaneda, estaba en blanco y no tenía necesidad de salir a robar”, sostuvo. La mujer contó que hacía 13 años estaba en pareja con el joven asesinado, con quien tuvo cuatro hijas, de 13, 11 y 7 años y una beba de 6 meses. “Ahora no van a tener a su padre”, lamentó la viuda.

Tras el episodio, Cano quedó detenido en la comisaría primera de Florencio Varela a disposición de la Justicia y hoy declararía ante la fiscal Clarisa Antonini, de la Unidad Fiscal de Investigaciones descentralizada de Florencio Varela, que tiene a su cargo la investigación. Como parte de la reunión de pruebas, el efectivo fue sometido enseguida a un test de alcoholemia, cuyos resultados ya forman parte de la causa en la que trabaja Gendarmería, debido a que hay un policía involucrado. Además, fueron llevados a declarar en calidad de testigos los dos amigos que estaban junto a Cano al momento del hecho. Las actuaciones realizadas refieren a “tentativa de robo, homicidio y lesiones”.

El superintendente de Seguridad Sur, Osvaldo Castelli, le dijo a Página/12 que “la posición de la Policía Bonaerense fue apartarlo (a Cano) de forma inmediata de la fuerza”. Y agregó que “no importa hijo de quién sea, si su obrar no fue el correcto no vuelve más a la fuerza”.