El mediático abogado Fernando Burlando se presentó ayer ante la Justicia como representante legal de Carola Labrador, la madre de Candela Sol Rodríguez, la niña de 11 años secuestrada y asesinada en Villa Tesei. Ante una pregunta de la prensa, Burlando admitió que la mamá de la pequeña cree que el autor del crimen “debe estar dentro del entorno familiar, que es muy amplio porque pueden ser aquellos que tienen algún tipo de actividad lícita o ilícita vinculados al papá (de la nena), o algún familiar o algún vecino, porque no podemos descartar ninguna hipótesis”. Burlando se presentó ayer ante el juzgado y ante la fiscalía que llevan la causa, para que Labrador sea reconocida y pueda ser querellante en el caso. Burlando negó “en forma categórica” que Candela pueda ser hija biológica de una mujer cordobesa que acaba de presentarse ante la Justicia provincial para afirmar que la niña fue “robada” junto con dos hermanitas. “Si quieren hacer prueba de ADN, Carola está a disposición de la Justicia para realizarla”, dijo Burlando. La denuncia es investigada desde el jueves por el fiscal federal de Córdoba Gustavo Vidal Lascano, quien escuchó el testimonio de un miembro de la ONG Padres del Dolor. La mujer cordobesa afirma que hace once años tuvo trillizos y le fueron robados. Según la mujer, una de esas criaturas era Candela.

Cuando fue consultado sobre si Carola Labrador conoce personalmente a alguno de los detenidos en la causa, Burlando sostuvo que “no” o que, cuanto menos, “no hubo un conocimiento directo”. El abogado consideró importante que la familia de Candela pueda ser querellante porque Carola “podría aportar a la causa ideas que tiene para que la investigación siga adelante”. Adelantó que apenas se los reconozca iban a solicitar “medidas de prueba” que eludió precisar.

“Lo importante es dar con los autores reales de este crimen, ya que desde el principio la investigación se tiñó de muchas dudas”, aseguró Burlando, quien luego hizo referencia a que el o los autores del hecho pueden estar dentro del “entorno familiar” amplio al que aludió. Por su parte, Matías Morla, abogado del carpintero detenido Néstor Altamirano, consideró que un asesinato como el de la niña tuvo que tener “logística policial”, aunque admitió que en la causa no hay, por el momento, elementos concretos que abonen esa hipótesis.

Respecto de la marcha de la investigación, Morla sostuvo que “no surgió nada” relevante del análisis realizado el fin de semana con teléfonos de última generación que fueron secuestrados en el marco de la pesquisa. Ahora se enviarán los celulares a la División Análisis de Criminalidad Tecnológica para profundizar el estudio. Morla informó que hasta ayer por la tarde no habían llegado a manos del fiscal de la causa, Marcelo Tavolaro, los resultados de los cotejos de ADN de los imputados.

Además de Altamirano, están presos Gladys Cabrera, dueña de la casa donde se halló ADN de Candela; el uruguayo Hugo Bermúdez, sindicado como supuesto autor material del homicidio; el albañil Alberto Espíndola; el fletero Guillermo López y el verdulero Fabián Gómez. Están imputados como “partícipes necesarios” en el hecho, con excepción de Bermúdez. En la causa se avanzó a partir del testimonio de testigos de identidad reservada que ahora están siendo cuestionados por los defensores de varios de los imputados. También fueron detenidos, y luego liberados, los torneros Alfredo Monteros y su hijo del mismo nombre, y el fletero Gustavo Valenzuela. Ellos siguen bajo sospecha por “encubrimiento agravado”.