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Familiares de Ezequiel Demonty, el adolescente ahogado tras ser obligado por federales de la Comisaría 34ª a arrojarse al Riachuelo, reclamaron justicia en las escalinatas de Tribunales, al cumplirse seis meses de su muerte. Participaron en el acto los padres de los tres jóvenes asesinados en Floresta en diciembre de 2001 y unos 200 vecinos de los barrios Illia y Rivadavia, del Bajo Flores. También el defensor adjunto porteño, Gustavo Lesbegueris. Los manifestantes reclamaron que se juzgue a los nueve uniformados de la Comisaría 34ª por torturas seguida de muerte y no como calificó la Sala V de la Cámara del Crimen, por privación ilegal de la libertad seguida de muerte.