SOCIEDAD › OPINION
¿Quién mató a María Marta? (II)
Por Raúl Kollmann
La Procuración Bonaerense –una especie de jefatura de todos los fiscales– ha hecho trascender que no hay reactivos para hacer los análisis de ADN de la sangre encontrada el 10 de noviembre en el baño en que murió María Marta García Belsunce. Los propios voceros de la Procuración sostuvieron hace un mes que cerca del cuerpo de la mujer se encontraron dos manchas de sangre que no corresponden a María Marta sino a un hombre y a una mujer a los que, en su lucha por sobrevivir, la víctima habría mordido o rasguñado. Por lo tanto, esas manchas son un elemento decisivo para acercarse a los asesinos. El argumento de que no hay reactivos y que ahora se están mandando a comprar es llamativo por las siguientes razones:
- ¿Por qué no advirtieron de este problema en su momento, hace cinco meses? ¿Por qué no advirtieron de la falta de reactivos hace un mes, cuando dijeron que el análisis de ADN iba a estar listo en cuestión de días?
- La máxima autoridad en la Argentina en materia de genética, la doctora Ana María Di Lonardo, titular del Banco Genético de Datos del Hospital Durand, fue consultada por este diario y se asombró del argumento. “No existen problemas con el suministro de reactivos. No entiendo por qué en cinco meses no hay resultados”, dijo la doctora Di Lonardo.
- La semana pasada se conoció que el 10 de marzo se terminó el análisis de ADN de los restos de Ezequiel Dicugno, el joven que tuvo relación con el secuestro de Antonio Echarri y que fue brutalmente asesinado para silenciarlo. El cuerpo de Dicugno se encontró el 7 de noviembre o sea en la misma época en que se recogieron las muestras de sangre en el baño y el análisis de ADN se empezó bastante después de esa fecha, terminándose hace casi un mes.
- Un conocido juez de San Isidro fue consultado por este diario y ésta fue su respuesta: “Tengo sobre mi escritorio el análisis de ADN de otro caso. Se mandó a hacer al Hospital Durand y tardó exactamente 35 días”. En el caso García Belsunce no hay respuestas tras cinco meses.
Como ya se ha dicho aquí, el asesinato de María Marta no tiene cientos de sospechosos. En base al diagnóstico de dos jueces que tuvieron acceso a la causa, hay dos y sólo dos pistas fundamentales en el expediente.
- La primordial es la eventual responsabilidad del marido, Carlos Carrascosa. Según la autopsia, María Marta tiene golpes en varias partes del cuerpo y ello indica que antes de matarla hubo una pelea. Quien primero llegó a la vivienda fue Carrascosa y todo hace presumir que no encontró las cosas ordenadas sino que debió encontrar la escena de una pelea, no de un accidente en un baño. El, desde la ventana, le dijo a la masajista que fue un accidente y después también instaló esa hipótesis frente a los demás familiares.
- La segunda pista tiene que ver con el vecino, Nicolás Pachelo, y algunos vigiladores del country. Del expediente surge nítidamente que a Pachelo se lo investiga, que su coartada es débil y que existen otras causas en las que se lo investiga por varios robos ocurridos en el country, entre ellos el de una computadora, un perro y 47 palos de golf. Todos hechos ocurridos en días domingo, como el que mataron a María Marta. La hipótesis que se analiza en el expediente es que él o un vigilador entró a la casa a robar, fue sorprendido por María Marta y se desencadenó el drama.
Como decíamos la semana pasada, las sospechas de los magistrados van 70 por ciento hacia el marido y 30 por ciento hacia el vecino. Por lo tanto, el dato del ADN es clave y la propia Procuración venía deslizando que las manchas pertenecerían a dos integrantes del entorno familiar. Si es así, es hora que se haga público. Si la pifiaron, también debe saberse de una vez por todas. La investigación de la Fiscalía y de la Bonaerense del caso García Belsunce fue un desastre. Y tanta demora en aportar un dato clave deja espacio para la sospecha de que se está tratando de tapar todo.