El artículo “Primero, la educación privada” publicado ayer vincula mi nombre, como ministro de Educación, a que el Gobierno de la Ciudad autorizó la venta de un terreno en Núñez y la construcción de una escuela a la que concurren mis hijos. Considero necesario recordar que en la época mencionada, 28 de julio de 2008, yo era diputado nacional, mandato al que accedí en 2005 con vigencia hasta 2009. Muy lejos estaba de suponer que sería ministro de Educación, al que accedí recién en enero de 2010. Reitero, muy lejos estaba de suponerlo ya que fui reelecto como diputado en 2009 con mandato hasta 2013, cargo al que por supuesto oportunamente presenté mi renuncia atenta mi designación como ministro en enero de 2010.

Con respecto a la declaración de la legisladora Virginia González Gass, se vuelve a cometer un importante error de fechas. Reemplacé a María Eugenia Vidal como ministro de Desarrollo Social entre el 10 de diciembre 2007 y el 27 de mayo 2008. En esos cinco meses y medio pedí licencia en la Cámara de Diputados, por supuesto sin cobro de dieta ni beneficio alguno. Obviamente, el 28 de julio de 2008 estaba en funciones como diputado nacional. Es siempre aconsejable verificar la exactitud de las fechas cuando se abre juicio sobre la honorabilidad de las personas. Llama la atención la inexactitud de datos en la investigación periodística, que prefiero atribuir a un error de fechas, que con un simple llamado telefónico se hubiera subsanado. En todos los casos, como ministro de Desarrollo Social o como diputado niego enfáticamente hacer realizado cualquier tipo de gestión como la que se me atribuye en el artículo.

* Ministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires.

N. de la R.: La nota publicada en la edición de ayer no dice en ningún momento que Esteban Bullrich haya hecho algún tipo de gestión para lograr la firma del decreto que le facilita a un colegio privado la compra de un predio en el barrio de Núñez. Dice, sí, que en esa escuela estudian los hijos del hoy ministro de Educación. El ministro no desmiente ese dato, que podría ser anecdótico. Tampoco refuta el dato de que ese colegio esté en el Distrito Escolar 10, el más afectado por el cierre o “fusión” de cursos dispuesto por su gestión (42 sobre un total de 221). Un dato no tan anecdótico. Tampoco niega que el gobierno del que forma parte haya ordenado por decreto, ignorando a la Legislatura, el cambio de uso de un terreno que perteneció al Estado. (Por Eduardo Videla)