Martes, 20 de marzo de 2012 | Hoy
ECONOMíA › PRIMERAS EVALUACIONES DEL RéGIMEN DE ADMINISTRACIóN DEL COMERCIO EXTERIOR
La Cámara de Importadores informó que la aprobación de los pedidos bajó del 80 al 50 por ciento. Industriales aseguran que el problema no es generalizado y que no tiene impacto negativo en la producción. Alza en la sustitución de importaciones de pymes.
Por Javier Lewkowicz
La aprobación oficial de los pedidos de importación cayó del 80 al 50 por ciento, según la Cámara de Importadores, dinámica que se refleja en la preocupación de buena parte del empresariado local que adquiere insumos, equipos o bienes finales desde el exterior. Sin embargo, representantes de diversas cámaras empresarias vinculadas a la producción industrial aseguran que, si bien existen trabas en productos que no tienen reemplazo por los fabricantes nacionales, el problema no es generalizado y no tiene impacto negativo en el nivel de producción. Incluso indican que en casos puntuales se ha generado mercado para la industria nacional.
El freno a las importaciones guarda relación con compromisos de exportación o de precios que los empresarios no pueden cumplir frente al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, pero también con situaciones más erráticas a las que el sector privado no les encuentra lógica y atribuye a problemas de gestión. La intención del Gobierno es maximizar la entrada de dólares, sustituir importaciones y llevar a cabo un control de precios, en el marco de un escenario financiero todavía holgado para la mayoría de las firmas, que acumularon ganancias en los últimos años y gozan de un mercado interno amplio y dinámico.
En enero, las importaciones crecieron un 10 por ciento en forma interanual según el Indec, una variación similar a la registrada en noviembre y diciembre de 2011. Se trata de un ritmo de incremento cercano a una tercera parte del promedio del año pasado. Ese comportamiento, describen en la Unión Industrial Argentina (UIA), se vincula más a la desaceleración de la economía que a la política comercial. Los datos del Indec marcan que el nivel de actividad local pasó de un avance de un 9 por ciento a un valor más cercano al 6 por ciento.
Miguel Ponce, de la Cámara de Importadores, indica que, si bien carece de datos oficiales, el 80 por ciento de las declaraciones juradas anticipadas de importaciones salían aprobadas al comienzo de la implementación del esquema, porcentaje que cayó últimamente hasta un nivel del 50 por ciento, de modo que la mitad de los pedidos recibirían actualmente algún tipo de observación. Desde la UIA confirman que hay gran cantidad de importaciones frenadas tanto por las declaraciones juradas como por las licencias no automáticas de importación, entre las que destacan bienes de capital para el sector autopartista, componentes electrónicos y bombas, aunque admiten que se terminan destrabando.
“Los industriales responden de distinta forma, aumentan sus stocks o frenan una inversión, depende el caso. Pero no es una problemática generalizada”, indican en la central fabril. Empresarios consultados dicen que hay equipos y maquinarias que no pueden ingresar y no tienen reemplazo por producción nacional, y que no hay un criterio claro sobre qué mercancías se puede ingresar y cuál no. Por su parte, Moreno aseguró en diversas reuniones que no pretende afectar el nivel de producción o de empleo, y que en dos o tres meses la situación quedará “alineada”.
Si bien hay casos en que la administración de comercio complica los procesos productivos, también ha generado sustitución de importaciones por producción nacional. Según datos del Ministerio de Industria, en 2011 el 38 por ciento de las pymes industriales reemplazó partes importadas en su producción, cifra que asciende al 45 por ciento en el segmento de pymes con más de 100 empleados. “Hay ejemplos que confirman que se apuntala la producción. A raíz de estas últimas medidas hay una empresa de motores para máquinas de coser que se reactivó y en seis meses va a empezar a producir de nuevo”, contó a este diario Mariano Kestelboim, economista jefe de ProTejer. Es probable que los precios de los motores nacionales estén por encima de los valores internacionales, pero la política industrial genera resultados a mediano plazo y en primer lugar es indispensable generar mercado, dicen los especialistas.
El Gobierno, en lugar de establecer criterios por productos o sectores, encaró una estrategia de negociación por empresa, permitiendo la importación, siempre que se generen negocios de exportación y se respeten compromisos de precios. La incapacidad de cumplir con esas exigencias también es causa de dificultades para importar. “El impacto en el corto plazo es incierto. Puede facilitar la expansión de la producción nacional, aunque hay señales que preocupan. Hay trabas que no tienen mucha lógica, parece tener más que ver con una saturación en la gestión por la gran cantidad de pedidos”, analizaron desde el sector metalúrgico.
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