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Desde Rosario

La tapa de la revista Caras despertó la indignación de las organizaciones que luchan contra la violencia de género: en junio de 2010, recién separada de Cristian “Ogro” Fabbiani, Victoria Vanucci posó para la foto con la ropa rota, un moretón en la pierna, manchas de sangre y mucha sensualidad. Por entonces, la abogada rosarina Liliana Urrutia, con la ley para prevenir y erradicar la violencia contra la mujer 2009 en la mano, denunció a la Editorial Perfil por daño moral colectivo. Casi dos años después, la jueza en lo Civil y Comercial Susana Gueiler abrió una convocatoria por 20 días para que todos los interesados en sumarse a esa novedosa presentación colectiva (class action, su nombre en inglés) puedan formar parte del proceso.

“La inclusión colectiva persigue un solo fin, que no es económico. Lo que se persigue es el resarcimiento del daño moral producido, con una nota que trate la problemática de manera seria, con datos oficiales. La revista podría también publicar la sentencia, que seguramente será ejemplificadora”, apuntó Urrutia.

Sobre el mecanismo elegido para aplicar la ley contra la violencia de género, Urrutia apuntó: “Cuando inicié la demanda planteé una acción individual porque me sentí ofendida, pero mi pretensión principal fue una acción colectiva o de clase donde planteo el daño moral colectivo y planteo resarcimiento, de acuerdo con la ley 26.485, que habla de violencia mediática”. Urrutia preside la Comisión de los Derechos de la Mujer del Colegio de Abogados de Rosario, aunque esta presentación la hizo “a título personal”.