La empresa que gerencia el Jardín Zoológico porteño ganó ayer la subasta para continuar con la explotación de ese paseo por cinco años más, al ofertar un canon mensual de 1.010.000 pesos. La nueva concesión quedó plasmada en un acto llevado a cabo en un edificio del Banco Ciudad, en medio de incidentes con legisladores opositores que denunciaron que se les dificultó el ingreso para presenciar la operatoria. Los dirigentes cuestionaron la nueva concesión al señalar que representa “una entrega vergonzosa del macrismo de un lugar que es un patrimonio histórico”. “Es un verdadero bochorno, se privilegió quién paga más sin tener en cuenta el bienestar de las especies” que allí habitan, enfatizó el diputado Alberto Camps.

El gobierno porteño otorgó la concesión a la empresa Jardín Zoológico de Buenos Aires, la misma que explota ese predio desde 1991, cuando le fue concedida la administración por el ex intendente Carlos Grosso. Esa concesión caducó el 1º de febrero del año pasado. La empresa, que compitió con la UTE conformada por PDC Y FEG y Acuario SRL, pagará un canon mensual de 1.010.000 pesos, tras la subasta que se inició con una base de 143.500 pesos.

Con los plazos vencidos, el gobierno porteño optó por reducir el tiempo de explotación del espacio y así evitar que el pliego pase por la Legislatura para ser refrendado. Esto ocurre ya que al contemplar una concesión por solo 5 años –y no por 20, como pretendían las autoridades porteñas en un primer momento– no se requiere el tratamiento en la Legislatura, sino que puede efectuarla directamente el Poder Ejecutivo.

Al respecto, el diputado del Frente para la Victoria Juan Cabandié denunció “la escandalosa entrega que el gobierno porteño está realizando sobre el patrimonio del zoológico, que profundiza su deterioro, otorgando una concesión de cinco años, cuando todos sabemos bien que en ese tiempo no se puede realizar un cambio estructural profundo”. Su compañero de banca Francisco Nenna afirmó que la subasta fue “una entrega vergonzosa que obedece a la permanente complacencia del macrismo con el sector privado”, y confirmó que desde la Legislatura insistirán en pedir “una auditoría que contemple las especies faunísticas, el mantenimiento edilicio y un plan que sirva a fines pedagógicos”.

Los diputados María José Lubertino y Adrián Camps denunciaron que tuvieron que forcejear con el personal de seguridad que custodiaba el ingreso a la sede del Banco Ciudad de Esmeralda al 600 –donde se llevó a cabo la subasta– porque no los dejaban ingresar, cuando ese acto “era público”. Al respecto, Camps relató que cuando quiso ingresar con su credencial de diputado “no me permitieron el acceso, me patotearon, me empujaron, me agarraron del saco y tuve que entrar por la fuerza”. Lubertino también debió ingresar a la sala forcejeando con el personal de seguridad junto con algunos miembros de organizaciones protectoras de animales que interrumpieron en reiteradas oportunidades la licitación con gritos y aplausos.

Camps consideró “un verdadero bochorno que aquí donde se rematan los objetos empeñados que nadie viene a buscar se haya subastado una concesión por cinco años del Zoológico de Buenos Aires sin tener en cuenta cuál es la mejor propuesta del zoológico para el futuro, ni la mejor propuesta científica sobre el bienestar animal”. “Aquí se privilegió quién paga más, es una vergüenza; ni siquiera representa un gran negocio para el Gobierno de la Ciudad, porque el pliego dice que una vez que los empresarios completen la inversión no van a pagar más canon y lo van a ir descontando de las inversiones que hicieron.”

“De las 525 páginas del pliego de licitación, sólo siete se refieren a los animales. El 85 por ciento de las inversiones son para refacción de edificios e infraestructura, mientras que prevé que apenas el 15 por ciento será para cuestiones educativas y científicas”, dijo Camps. El 25, para la preservación y valorización de la infraestructura y servicios generales. Agregó que el contrato “no hace referencia a mejoras para la vida de los casi 2500 animales” de 350 especies que habitan en el paseo. Por su parte, Silvia Imas, directora de Concesiones porteña, dijo que “regularizamos la concesión del zoológico a través del proceso más transparente, que es la subasta pública, que le asegura a la ciudadanía que las reglas fueron claras”.