SOCIEDAD

Una patota de patovicas agredió a un abogado de Poder Ciudadano

Los vecinos del boliche El Sublime, donde un custodio golpeó a Guido Anachuri, recurrieron a un abogado para evitar que el local vuelva a funcionar. El lunes, al llegar a su casa en Caballito, el letrado fue golpeado y amenazado por un grupo de musculosos.

Los patovicas ya no golpean sólo a los jóvenes en los boliches sino que ahora también actúan como una patota: ayer, un abogado de Poder Ciudadano, que patrocina a 160 vecinos en una causa contra la discoteca El Sublime, denunció que fue atacado y amenazado por cuatro hombres que lo interceptaron cuando llegaba a su casa en el barrio de Caballito, en la Capital. “Dejate de joder con El Sublime”, fue una de las amenazas que le dijeron mientras le pegaban en las costillas y en la cabeza. Según el abogado, la patota intentaba que se levantara la clausura del boliche de Núñez, donde el mes pasado un chico de 19 años fue golpeado por un patovica.
El lunes a las 21.30, Roberto Fossat volvía a su casa desde su oficina en Poder Ciudadano, donde trabaja como abogado desde hace dos años. Cuando estaba a 50 metros de la entrada, un hombre clavó los frenos de su automóvil y bajaron cuatro personas: dos se quedaron paradas en la cuadra de Yerbal al 5100, en Caballito. Los otros lo empujaron contra una pared y comenzaron a golpearlo: “Me pegaron patadas en las costillas y trompadas en la cabeza durante un minuto, yo intentaba cubrirme pero todo fue muy rápido”, contó a Página/12 el abogado, de 48 años, quien afirma que “tres de ellos con seguridad eran patovicas por los músculos que tenían y la precisión de los golpes”.
“Hijo de puta, dejá de presionar con El Sublime”, “dejalo salir a Miguel”, “éste es de los derechos humanos, matalo, matalo”, fueron algunas de las frases que alcanzó a escuchar mientras uno de los hombres que, “tenía conocimiento de artes marciales”, le pegaba “seis patadas seguidas en las costillas sin bajar la pierna”, según afirmó el abogado, quien ayer hizo la denuncia en la Cámara del Crimen.
Fossat representa desde el 25 de abril a 160 vecinos de la Comisión Barrial Manuel Ugarte, de Núñez, en una causa por ruidos molestos y actos de vandalismo contra El Sublime. Dos días antes, el gobierno porteño había clausurado el boliche preventivamente porque el 18, el patovica Miguel Carpinacci le pegó una patada en la cabeza a Guido Anachuri (19), quien debió ser operado de urgencia por un coágulo en la cabeza y estuvo diez días en coma en el Hospital Fernández.
Hace 20 días se le dio el alta a Guido y ayer los médicos forenses del Poder Judicial le hicieron una pericia: “Tiene mal la memoria y se comprobó que Carpinacci también le pegó una segunda patada en la pierna izquierda que dejó rengo a mi hijo”, contó a Página/12 su madre.
“Se confundieron porque yo no estuve con el caso Anachuri; metieron todo en la misma bolsa”, dijo Fossat –que está en reposo en su domicilio– y recordó que después de que le pegaran, la patota “salió disparando en un Ford Escort”.
Carpinacci (que al igual que uno de los agresores de Fossat tiene conocimientos de artes marciales, ya que es profesor de boxeo tailandés) está procesado por tentativa de homicidio por la agresión a Anachuri y permanece preso desde el 2 de mayo en el pabellón hospitalario de la cárcel de Villa Devoto.
Desde hace casi seis años, en la Comisión Barrial de Núñez vienen buscando una solución por los ruidos molestos y los daños que provocan los chicos que van a El Sublime. El 16 de diciembre pasado, los vecinos realizaron una protesta y quemaron una cubierta frente al local; uno de los patovicas (que no era Carpinacci) salió con una manguera de bomberos y mojó a la gente reunida. Allí estaba Carlos Cheroni, titular de la comisaría 51ª, que había llegado para controlar la situación: “Como estaba vestido de civil, el patovica no me creyó que era el comisario y cuando me presenté, me mojó a mí también. Después lo detuve por atentado y resistencia a la autoridad”, contó Cheroni a este diario.
Según informó la Secretaría de Gobierno y Control Comunal de la Ciudad, El Sublime continúa clausurado por violación de la ley porteña 118 que prevé la clausura de locales donde se produzcan agresiones físicas a sus concurrentes. El lunes a las 19.30, vecinos de Núñez y amigos de Guido realizarán un escrache en la puerta del boliche, en Ugarte 1640, en repudio a las agresiones de Fossat y en reclamo de justicia.
Producción: Gabriel Entin.

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Roberto Fossat representa a 160 vecinos que desde hace años se quejan contra El Sublime.
 
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