SOCIEDAD › EMILIO CABRERA FUE MUERTO POR LA POLICIA
Una muerte sacude a la Correpi
Por Carlos Rodríguez
En un supuesto enfrentamiento con la Policía Bonaerense murieron dos jóvenes, un menor de 16 años y Emilio Sebastián Cabrera, de 24 años, hermano de Sergio Aníbal Cabrera, estudiante de derecho, militante de la Coordinadora contra la Represión Policial (Correpi) y denunciante de esa fuerza de seguridad en un caso de torturas. Los hechos han causado conmoción en los allegados a la Correpi y un sinfín de dudas sobre cómo ocurrieron. Ahora investiga la Fiscalía 1 de San Martín. Según las fuentes policiales, Cabrera y el menor fueron muertos cuando intentaron robarle una moto a dos policías de civil, un hombre y una mujer. Cabrera recibió cuatro tiros y el menor tres. Aunque los policías aseguraron que los dos jóvenes estaban armados, las únicas vainas servidas que se encontraron en el lugar correspondían a las armas policiales. Cuatro testigos dijeron a la familia que los únicos que dispararon fueron los policías y que los chicos fueron rematados cuando estaban tirados en el piso.
Los policías que intervinieron en el supuesto enfrentamiento son el sargento primero Walter Humberto Méndez y la cabo Adriana Patricia Poroni, los dos pertenecientes a la seccional 1ª de Tres de Febrero. De acuerdo con la versión policial, los hechos, que ocurrieron el lunes pasado, comenzaron cuando Cabrera, supuestamente armado con una 9 milímetros, le arrebató la moto, con las llaves, a la pareja de policías. Los dos jóvenes se subieron a la moto. De acuerdo siempre con esta versión, la mujer policía salió corriendo hasta una casa vecina, donde pidió un teléfono para llamar de urgencia al Comando y pedir refuerzos.
En ese momento, escuchó disparos en la calle y sale para ver qué es lo que estaba sucediendo. Según los dichos de los dos policías, en ese momento los dos jóvenes ya estaban en el piso, heridos de muerte, cerca del lugar donde había quedado tirada la moto. El que les había disparado era el sargento Méndez, quien había salido ileso del supuesto enfrentamiento. El informe pericial realizado en el lugar indica que Emilio Sebastián Cabrera estaba tirado en el piso, boca arriba, con los brazos al costado y una 9 milímetros sobre el abdomen.
Cabrera recibió cuatro disparos, en un brazo, en una pierna y dos en el pecho. El menor de edad tenía tres impactos de bala, en un brazo, en una pierna y el tercero en el pecho. Los testigos aseguraron que Cabrera murió en el acto, mientras que el otro chico, con las esposas que le pusieron los policías, fue llevado a un hospital de la zona, donde falleció cuando era sometido a una intervención quirúrgica. En el lugar encontraron cinco vainas servidas, todas ellas pertenecientes al arma del policía.
La única testigo que declaró hasta ahora en la causa es la cabo Paroni, quien dijo que había reconocido a Cabrera, en el momento del robo, porque lo conocía de antes. Según Paroni, el joven le había robado el arma reglamentaria, una 9 milímetros, en octubre de 2001. Fuentes de la familia Cabrera aseguraron que, en esa fecha, Emilio Sebastián estaba preso en Devoto, cumpliendo una condena por robo.
Cuatro testigos, que todavía no declararon ante la Justicia, le dijeron a la familia que los dos jóvenes fueron rematados en el piso por el policía Méndez. Una de las víctimas era hermano de Sergio Aníbal Cabrera, militante de la Correpi que en julio de 1999 fue torturado en la comisaría 1ª de San Martín, donde se le intentó adjudicar un robo calificado con el que no había tenido ninguna vinculación. Por los apremios fue condenado a cinco años de cárcel el policía Juan Carlos Botrón.