El municipio de Las Heras, en Mendoza, empezó a construir un muro para separar un asentamiento de un barrio, bloqueando la calle que los comunicaba; lo decidió ante reclamos de vecinos y luego de disturbios. Se trata del barrio Covirpol, que está rodeado de baldíos. En uno de esos terrenos se conformó un asentamiento, que hoy está integrado por unas 120 familias. Este año se puso en práctica el proyecto participativo, donde los vecinos presentan proyectos para que el municipio los priorice, y “los vecinos de la zona pidieron que se priorizara el cierre de ese baldío, que hoy está usurpado”, sostuvo Alejandro Gil, subsecretario de Relaciones con la Comunidad de Mendoza. Aclaró que no se trata de un cierre total del barrio, sino que el muro es “para cerrar la calle que lo unía al asentamiento”. Covirpol está habitado en parte por familias de policías, “pero también vive gente que no es policía”, precisó Gil. En el asentamiento, “la mayoría de las familias son gente trabajadora, que manda sus chicos a la escuela, pero hay un pequeño grupo que genera conflictos –sostuvo Gil–: se escuchaban tiroteos, eran habituales los piedrazos en los autos”. José Ginanneschi, presidente del Concejo Deliberante de Las Heras, a cargo de la intendencia, afirmó que “nosotros somos receptores de los problemas de los vecinos de Covirpol, pero no propusimos la pared: surge por pedido de los vecinos en el marco del presupuesto participativo; ellos estimaron que con la existencia del muro iban a conseguir mayor seguridad”.