Los alumnos de la Escuela Nº 10 del barrio de Nueva Pompeya no pudieron iniciar ayer las clases por “falta de agua, de electricidad, de auxiliares y problemas cloacales” y otras falencias en el edificio que ocasionarían un “peligro de derrumbe”, aseguraron docentes del establecimiento. “No es que decidimos no iniciar las clases, sino que no hay agua y no hay luz, la bomba de agua no cargó los tanques y hay lugares donde es imprescindible que haya luz para brindar clases”, explicó Delia Castro, vicedirectora de la escuela. Además, contó que “desde el gran viento que hubo la Semana Santa del año pasado, se voló todo el techo y los arreglos que hicieron no sirven, porque cada vez que llueve se mete el agua en el comedor y en varias salas”. Las padres de la escuela ubicada en la calle Iguazú 1110 realizaron un corte a las 8 en Amancio Alcorta y Perito Moreno. Gremialistas y legisladores porteños denunciaron que al menos otras diez escuelas de la ciudad de Buenos Aires no iniciaron las clases ayer por presentar fallas estructurales en los edificios, lo que implicaría un peligro para alumnos y docentes. Entre ellas se encuentra la escuela infantil del barrio Ramón Carrillo, que iniciaría el ciclo lectivo recién la semana entrante porque el edificio todavía se encuentra en refacciones. En el caso de la Escuela Nº 27 Deán Funes, situada en Defensa al 1400, una obra lindera afecta al edificio escolar, por lo que se debieron cerrar el patio escolar y las salas de tecnología, música y plástica, por lo que los alumnos deben realizar actividades en los pasillos.