Luisa Paz va por más. Tiene rima y podría serlo, pero esta vez no se trata de un slogan de campaña. Se cumple el primer aniversario de la ley de identidad de género y Paz, coordinadora de Attta –Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de la Argentina– en la provincia de Santiago del Estero, plantea que ya es hora de que la comunidad trans llegue definitivamente a la Legislatura. Con 50 años, la militante provincial se acaba de convertir en la principal referente de un espacio político por la igualdad de derechos de las minorías sexuales. Aunque advierte que todavía es prematuro, en un futuro cercano –quizá las próximas elecciones– Paz apunta a sentarse en una banca y representar al colectivo LGBT en su provincia. En abril pasado, y con el acompañamiento de la legisladora por la ciudad de Buenos Aires María Rachid, lanzaron el Frente Nacional por la Igualdad en Santiago del Estero, un espacio articulado con el Movimiento Evita que se propone trabajar por la diversidad y la lucha contra la discriminación. En 2012, Paz recibió de la mano de la presidenta el nuevo DNI con el cambio de nombre y sexo.

“Ya es hora de que el colectivo LGBT empiece a ocupar espacios importantes en la toma de decisión política. Estar en una banca por ejemplo. Es algo para lo que todavía falta, pero llegado el momento veremos si podemos estar en las listas”, dice Paz en un diálogo con este diario.

En junio del año pasado, tras la sanción de la ley de identidad de género, Paz estuvo en la Casa Rosada, donde la Presidenta les entregó en mano a ella y a otras ocho mujeres el DNI que las reconocía con el nombre y el género reclamados. Consultada en ese momento, Paz decía estar “orgullosa de ser parte de este proceso de cambio tan importante que vive la comunidad trans”. A un año exacto de la aprobación de la norma que permitió ese encuentro con la Presidenta, la flamante responsable del Frente en su provincia reconoce los logros que se alcanzaron: “Gracias a este gobierno que sancionó normas como el matrimonio igualitario o la ley de identidad de género, nosotros como colectivo hemos tenido la posibilidad de adquirir derechos que antes no teníamos. Hemos podido también militar visiblemente, mostrar a la comunidad cuáles eran y cuáles son nuestras demandas, nuestros derechos. Antes ni siquiera teníamos la posibilidad de plantear estas cosas en un partido político”. Uno de los desprendimientos de este cambio que menciona Paz es la formación del Frente Nacional por la Igualdad, dentro del Movimiento Evita. “Después de la ley de matrimonio igualitario y de identidad de género en la que participamos en los debates, nos planteamos la necesidad de armar un espacio político. De esa intención, de esa voluntad, nace el Frente”, cuenta Paz. Un espacio, aclara, que no sólo incluye las problemáticas de la diversidad sexual, sino también aquellas que atañen a la comunidad afrodescendiente, a los migrantes, a las personas con discapacidad y otras minorías.

Algunos de los objetivos que, según Paz, el Frente se plantea son: promover el acceso a todos los derechos humanos y civiles que corresponden al colectivo LGBT; alcanzar la ciudadanía plena de las personas migrantes sobre la base de la igualdad y el respeto de los derechos humanos, transformar pautas, valores y normas de conducta institucionales y sociales que producen discriminación y desigualdad hacia las personas con discapacidad y lograr la visibilidad de la comunidad afro para desterrar el mito de su desaparición. A su vez, otra de las propuestas que impulsa el espacio es la despenalización de la cannabis y el reconocimiento de esta droga para uso medicinal o recreativo. “También –agrega Paz– queremos trabajar para lograr la aprobación de una norma legal para la despenalización del aborto en la Argentina.”

Sobre el final de la charla, Paz cuenta que hace 27 años está conviviendo con su pareja en el barrio de Primera Junta, en la capital santiagueña, y que los planes que tiene no son sólo políticos sino también personales: su intención es, en algún momento, casarse.

Informe: Nicolás Andrada