Ayer a la madrugada, unas veinte familias pertenecientes a pueblos originarios de Santiago del Estero fueron desalojadas violentamente del lugar donde vivían, al norte de la capital provincial. Del operativo participaron unos cien efectivos que ingresaron a los territorios de la comunidad auqajkuna, con una orden del juez Guillermo Tarchini Saavedra. Los agentes atacaron con balas de goma y golpes. Hay dos detenidos y cinco heridos, entre ellos una mujer embarazada y dos menores de edad. La zona desalojada es el Patio de Froilán, donde se realizan semanalmente chacarereadas y otras actividades recreativas y donde viven 23 familias originarias. Aparentemente, la intención sería avanzar sobre esos terrenos para desarrollar proyectos inmobiliarios. En el desalojo unas topadoras arrasaron con la vigilia que hacían las familias. Un día antes los vecinos habían advertido que “ingresaron las máquinas en la reserva del Patio del Indio Froilán, la parte de atrás de la casa del Indio. Resisten las familias tonocoté y no dejan entrar las máquinas, están rodeados”. En un comunicado los miembros de la comunidad auqajkuna expresaron que “el juez ordenó el desalojo desconociendo derechos humanos fundamentales y colectivos de los pueblos originarios”. El comunicado responsabilizó “al gobierno provincial por cualquier situación que viole y ponga en riesgo físico y territorial a los miembros de la comunidad auqajkuna”.