EL PAíS › EL EX SUBCOMISARIO ESTA ACUSADO DE ENCUBRIR A OTRO REPRESOR

Patti, en la camilla de los acusados

 Por Adriana Meyer

Patti llegó en camilla, pero luego declaró ante los jueces.
Imagen: DyN.

Luis Abelardo Patti, condenado torturador confeso, volvió al banquillo de los acusados, ahora en una causa por haber encubierto a dos represores que en 2003 estaban prófugos de la Justicia. Pero no se sentó porque apareció otra vez en una camilla para asistir al debate, y desde esa posición negó los cargos que se le imputan. “No estamos acostumbrados a esto”, fue la reacción del presidente del Tribunal Oral Federal 4 Leopoldo Bruglia, al ingresar a la sala de audiencias en el subsuelo de Comodoro Py 2002 y toparse con una camilla en medio del pasillo, donde Patti estaba acostado cubierto por frazadas y asistido por médicos de su prepaga. Hace dos años sufrió un accidente cerebrovascular, pero el médico acompañante había informado poco antes que el represor estaba “lúcido”, en condiciones de hablar y de comprender, algo que se demostró tras la lectura de la acusación fiscal, cuando aceptó prestar declaración indagatoria y responder preguntas del fiscal de juicio Fernando Arrigo.

El ex subcomisario y ex intendente de Escobar había llegado en camilla desde la cárcel de Ezeiza, donde cumple una condena a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad dictada en San Martín en 2011. Durante aquel proceso había acudido también en posición horizontal, o con un cuello ortopédico, a pesar de que los médicos forenses habían determinado que estaba en condiciones de declarar. Ayer, los tres jueces del Tribunal, Néstor Costabel, Pablo Bertuzzi y Bruglia, dejaron sus asientos en el estrado y caminaron hasta la camilla para ver cara a cara al acusado y presentarse.

Patti está procesado por el encubrimiento de los entonces prófugos militares Jorge Granada y Jorge Arias Duval, quienes tenían pedido de captura del juzgado federal de Claudio Bonadío, en la causa por secuestros y asesinatos en la Contraofensiva montonera en la década del ’80. El 25 de julio de 2003 fue detenido Arias Duval y un día más tarde Granada, este último luego de mantener conversaciones telefónicas con el entonces intendente de Escobar en uso de licencia para abocarse a su candidatura a diputado. El represor fue procesado con esa escucha telefónica como prueba, donde habló con Granada horas antes de su detención y porque se comprobó que ayudó con dinero al militar e incluso hizo lo mismo con su esposa y su pequeña hija tras la detención. “La señora pidió plata para combustible del auto y le di. El se había portado bien conmigo cuando me separé”, recordó ayer Patti.

El juicio continuará la semana próxima con seis testigos y su abogado, Rafael O’Gorman, pidió que no sea trasladado para “evitar padecimientos”, salvo que sea indispensable hasta el momento del veredicto, en el cual podría ser condenado hasta a seis años de prisión.

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