[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Una acción de amparo para frenar la inauguración de la estación de subte Juan Manuel de Rosas, de la línea B, prevista para los próximos días, por presentar “graves falencias estructurales que conllevan peligros concretos para la integridad física e incluso la vida de los usuarios y trabajadores del subte”, será interpuesta hoy ante la Justicia porteña. La demanda fue presentada por el legislador porteño Alejandro Bodart (MST), a partir de una denuncia realizada por el gremio de metrodelegados.

Según publicó Página/12 el viernes último, delegados y representantes de la Asociación Gremial de Transporte Subte y Premetro (AGTSyP) denunciaron que las instalaciones de la estación Juan Manuel de Rosas y su cochera taller presenta “un riesgo eléctrico concreto, habida cuenta de las filtraciones de agua que se dan en numerosos puntos de la construcción”.

“Se evidencian filtraciones en paredes y techos del vestíbulo, llegando incluso a afectar tableros eléctricos”, denunciaron los metrodelegados. Además, durante el temporal del 2 de abril último, el agua ingresó en forma de torrentes a la estación, llegando a niveles por encima de la línea de tomacorrientes y dañando todo el piso de la boletería. Ese mismo día falleció un trabajador en la estación Los Incas, por una descarga eléctrica, recuerda la presentación.

El legislador acompañó el texto con 27 fotografías “que evidencian con total claridad los hechos denunciados en el presente amparo”. Basa la demanda en el presunto “riesgo concreto para la integridad física y la vida de los usuarios y trabajadores del subterráneo de Buenos Aires, atento la deplorable situación edilicia en la que se encuentra la estación Juan Manuel de Rosas de la línea B del subte próxima a inaugurarse”.

“Con el afán de aprovechar estos tiempos de campaña electoral, el Gobierno de la Ciudad –a través de la empresa pública Sbase– pretende inaugurar una obra inconclusa con graves falencias estructurales que conllevan peligros concretos para la integridad física e incluso la vida de los usuarios y trabajadores del subte”, argumenta Bodart en su presentación, a la que accedió Página/12.