Veintisiete policías de la Brigada de Investigaciones tucumana fueron detenidos acusados de exigirle 30 mil pesos a un agricultor chaqueño para que continúe viajando y no ser aprehendido. El jefe de la Policía de Tucumán, Jorge Racedo, dijo que la causa fue caratulada como “privación ilegítima de la libertad, extorsión y otros delitos”. Según el comisario, todo comenzó cuando un agricultor de la provincia de Chaco se dirigía a la madrugada en auto junto a su hija y un amigo para realizar un trámite en Famaillá, ciudad ubicada 35 kilómetros al sur de la capital tucumana. Personal policial que estaba en un control de ruta detuvo la marcha del vehículo y le exigió al hombre la suma de 30 mil pesos para que pudiera seguir su viaje, explicó Racedo. Según la denuncia de la víctima, los efectivos le indicaron que debía pagar esa suma o iba a quedar detenido. Como no tenía el dinero, el agricultor llamó a un familiar de Chaco para que realizara una transferencia, que fue concretada a primera hora de la mañana. El hombre, acompañado por un policía vestido de civil, se dirigió a cobrar en la sede central del correo y, mientras tramitaba la entrega del dinero, le comentó al cajero lo que estaba sucediendo. El empleado del correo le contó la versión a uno de los guardias del lugar, quien se puso en contacto con sus superiores.