SOCIEDAD
La recuperación industrial entró en zona de riesgo hace ya tres meses
Por tercer mes consecutivo, la producción industrial sigue estancada. Después del fuerte crecimiento del primer trimestre, la reactivación parece haber alcanzado un techo. La industria continúa incorporando trabajadores, pero a menor ritmo.
Una vez puede ser casualidad; dos una llamativa coincidencia; pero la tercera marca claramente una tendencia. Por tercer mes consecutivo, la producción industrial no crece. Los números del indicador mensual industrial (EMI) de junio, difundidos ayer por el Indec, confirman el amesetamiento en el nivel de actividad y abren serios interrogantes sobre la salud de la recuperación económica. Durante el segundo trimestre del año (abril-junio), la actividad fabril se redujo, en términos desestacionalizados, 0,5 por ciento en relación con el primer trimestre. Para compensar la mala nueva, el Indec dio a conocer cifras de empleo alentadoras: durante el primer semestre del año, las empresas industriales incorporaron 19.500 trabajadores en blanco. Sin embargo, el ritmo de crecimiento del empleo también parece estar languideciendo.
En junio, la producción industrial cayó 0,3 por ciento respecto de mayo; ese mes había retrocedido uno por ciento contra abril; y en abril había disminuido otro uno por ciento en relación con marzo. Así, después de un fuerte salto de la actividad industrial durante el primer trimestre, la recuperación parece agotarse. Durante el primer trimestre del año, el EMI creció 17,3 por ciento comparando contra igual período del año pasado –los meses inmediatos posteriores a la devaluación–. Durante el segundo trimestre, siempre comparado con igual período de 2002, la actividad industrial fue un 12,3 por ciento mayor. Pero la tendencia marca un techo en esa expansión.
El director de Estadística del Indec, Julio Rotman, confirmó en conferencia de prensa esa impresión. “La actividad industrial hace tres meses que se mantiene en los mismos niveles. En el primer trimestre hubo un crecimiento fuerte y fue más estable en el segundo”, explicó.
Rotman conjeturó que la desaceleración de la actividad está vinculada con “la situación de Brasil (que está entrando en un proceso recesivo), la estabilidad del tipo de cambio y la falta de crédito en el mercado interno”. Sin embargo, destacó que, de acuerdo con los datos de la encuesta cualitativa industrial que también releva el Indec, los empresarios “siguen manteniendo optimismo” sobre el próximo trimestre.
Por otro lado, el funcionario mencionó que “curiosamente en junio avanzaron los sectores vinculados con el consumo interno, como por ejemplo la industria alimentaria y minerales no metálicos (materiales de la construcción)”. La directora de estadísticas industriales del Indec, Laura Nasastky, ratificó los dichos de Rotman: “Hay una muy, muy incipiente reactivación de la demanda interna, como por ejemplo en carnes y lácteos”, afirmó.
En junio, la producción alimentaria en su conjunto aumentó 9 por ciento frente a mayo, mientras que la fabricación de minerales no metálicos creció 8,5 por ciento. En cambio, la rama textil cayó 5,4 por ciento, según Nasastky, “jaqueada por importaciones de Brasil”.
En cuanto a la encuesta cualitativa, el 47,5 por ciento de las empresas consultadas prevé una suba de la demanda interna en los próximos meses, 44,1 por ciento no espera cambio y el 8,4 por ciento pronostica una caída.
Tal vez para contrarrestar el impacto de los números del estancamiento industrial, el Indec también difundió cifras de empleo que muestran un crecimiento importante. Así, entre abril y junio, por tercer trimestre consecutivo, hubo incorporación de trabajadores en blanco en empresas industriales, tras cuatro años y medio ininterrumpidos de despidos netos. Sin embargo, también se nota una desaceleración en el ritmo de contratación de mano de obra. Durante el primer trimestre, la industria tomó 10.500 trabajadores y 9000 durante el segundo.