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A imagen y semejanza del Tío Sam, los porteños tendrán su ley seca: anoche, la Legislatura porteña aprobó la norma que prohíbe la venta de alcohol en la vía pública –léase kioscos–, en horario nocturno. De todos modos, la ley todavía está húmeda porque fue aprobada sólo en términos generales, pues se desataron fuertes discusiones entre los legisladores que provocaron el aplazo de la sesión para tratar artículo por artículo. En lo general, el proyecto recibió 25 votos a favor, 6 en contra y una abstención.
En la Legislatura se habían presentado dos proyectos. Uno fue enviado por Aníbal Ibarra, jefe de Gobierno porteño. El otro, por Fernando Caeiro, de Unión por Todos, de Patricia Bullrich. Pero en la sesión de ayer fue tratado este último proyecto. La propuesta de Caeiro consiste en la prohibición de venta de bebidas alcohólicas desde las 22 hasta las 8 de la mañana en todos los comercios habilitados para la venta de bebidas y comestibles envasados.
La ley fue votada en términos generales. Y los dos primeros artículos, que tratan sobre la prohibición en sí y sobre las excepciones: bares, restaurantes, pizzerías, casas de lunch, exclusivamente con consumo dentro del local y las ventas a domicilio.
Lo que queda para definir son los montos de las multas y las penas. En el proyecto de Caeiro van de cien a mil pesos e incluyen hasta la clausura del local. Algunos diputados llegaron a pedir que el monto mínimo de la multa sea de quinientos pesos.
La votación fue apoyada por parte del bloque de la UCR, parte del PJ y parte de Fuerza Porteña. El socialismo votó en contra y hubo algunos diputados que votaron en forma individual.
La norma forma parte del paquete de medidas por la seguridad anunciado por el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Gustavo Beliz. Ibarra había enviado su proyecto de Ley Seca el miércoles. La diferencia entre la votada y la del Gobierno consiste en que la del Ejecutivo incluía una modificación al Código Contravencional.
El proyecto votado ayer da poder de policía a los inspectores del gobierno de la ciudad, que ahora estarán obligados a clausurar los comercios que infrinjan la ley. El debate entre los legisladores se desató cuando tocó el turno de la discusión al horario y la forma en que se iba a instrumentar la prohibición. Algunos pidieron la inclusión de bares nocturnos. No hubo acuerdo. El punto se discutirá la semana próxima, cuando se reabra la sesión. La ley nacional prohíbe el consumo a los menores, pero en este proyecto la prohibición está concentrada sobre los lugares de venta.