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El juez porteño Aurelio Amirato ordenó la intervención del centro para chicos afectados en su salud mental Casa Púrpura, donde se detectaron vulneraciones de los derechos de los niños allí alojados que incluían el maltrato físico y psicológico. Tras un amparo presentado en marzo por la asesora tutelar Nº1 Mabel López Oliva, el juez ordenó que en menos de diez días el Centro Preventivo Asistencial Casa Púrpura SRL (Cepreap) cree “dispositivos acordes con la protección integral, caso contrario los pacientes deberán ser trasladados a otros lugares”.

“Lo grave es que una institución privada a la que el gobierno le paga no cumple sus obligaciones y genera maltratos”, afirmó López Oliva. El Gobierno de la Ciudad abona a Casa Púrpura por cada niño alojado 376 pesos diarios. Actualmente viven allí 23 chicos.

A la denuncia se sumaron la Dirección Nacional de Salud Mental y la Defensoría General de la Nación. Según la presentación, los niños estaban expuestos a “maltratos, falta de acceso a la educación y a un tratamiento a su salud externo, medicalización arbitraria, ausencia absoluta de actividades recreativas, educativas y/o lúdicas, inexistencia de trabajo de revinculación con las familias y falta de documentos de identidad, entre otras gravísimas vulneraciones a sus derechos”.

El juez Amirato suspendió en abril pasado los ingresos e intervino el lugar para la conformación de una mesa de trabajo de la cual participó el Consejo de Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes de la Ciudad para evaluar el funcionamiento de la institución. “Pero el Consejo minimizó las denuncias y prestó poca colaboración con la investigación”, señaló la Asesoría Tutelar en un comunicado.