Un laboratorio clandestino de cocaína fue desarticulado en el conurbano bonaerense tras una serie de operativos en los que se secuestraron 30 kilos de esa droga y terminaron detenidas seis personas.

Los sospechosos (cuatro bolivianos, un español y un argentino) fueron puestos a disposición de la Justicia federal de Morón.

El laboratorio clandestino funcionaba en Moreno y la droga obtenida se comercializaba en tres “kioscos” de La Matanza, otro de Ingeniero Budge (en Lomas de Zamora) y cuatro en la Capital Federal.

El operativo fue llevado a cabo por la Delegación de Drogas Ilícitas de Mercedes, que secuestró en Moreno unos 30 kilos de cocaína de alta pureza –24 de ellos en polvo y los 6 restantes compactados en 600 dosis tipo “tizas”–, un revólver calibre 32 y una camioneta Ford EcoSport.

En la casa también se encontraron 150 kilos de sustancia de corte –manitol y lidocaína–, dos balanzas de precisión, zarandas, tres estufas para secar las drogas, moldes para las dosis, tres bidones –de 10 litros cada uno– con éter y cinco bidones con acetona. Durante ese allanamiento fueron detenidos tres ciudadanos bolivianos, en pleno trabajo de estiramiento de la droga.

En el procedimiento de Ingeniero Budge se secuestraron una pistola Browning 9 milímetros y una camioneta Fiat Punto. En tanto, en los operativos de Capital fueron detenidos tres hombres (un boliviano, un español y un argentino) señalados como proveedores de la sustancia de corte.

El jefe de la Policía Bonaerense, Hugo Matzkin, dijo que “fue una labor muy eficaz porque se trabajó sobre la misma raíz del estiramiento, o lo que se llama el laboratorio de esta sustancia nefasta que es la cocaína”.