Un eclipse de Luna se pudo observar ayer a la madrugada en toda la Argentina y gran parte de América, desde las 3 de la madrugada hasta las 6.20, y tuvo como característica particular que el satélite lució una tonalidad roja y anaranjada, denominada “de sangre”. El fenómeno fue observado por numerosos argentinos, sin necesidad de telescopios, que permanecieron despiertos. Muchos porteños participaron con música y una pantalla grande desde la entrada del Planetario de la ciudad de Buenos Aires, en la avenida Sarmiento y Figueroa Alcorta. La luz rojiza que bañó a la Luna se debió a que “la atmósfera de la Tierra refracta luz hacia el interior del cono de sombra y esa luz rebota en su superficie”. La última vez que tuvo lugar una serie de cuatro eclipses lunares totales ocurrió en 2003 y 2004.