SOCIEDAD › RECORDARON EL DERRUMBE DEL GIMNASIO QUE CAUSO TRES MUERTES EN VILLA URQUIZA

Cuatro años sin justicia

Un acto, una película y una baldosa marcan el baldío en la avenida Mendoza, donde en 2010 una obra mal apuntalada socavó el gimnasio. Los tres acusados por las muertes siguen impunes, en una causa paralizada.

Pasaron los años pero la cuadra de Mendoza al 5000, en Villa Urquiza, parece detenida en el tiempo. Donde solía estar el gimnasio Orion Gym, desde hace cuatro años se abre un terreno baldío que deja a la imaginación reconstruir la tragedia. Los vecinos también mantienen la memoria intacta y dicen sentir el mismo dolor y la misma injusticia que el 9 de agosto de 2010. Ese día, el edificio se derrumbó y le quitó la vida a Guillermo Fede, de 37 años, Luis Lu, de 23, y Maximiliano Salgado, de 18. Ayer se cumplió el cuarto aniversario y en homenaje se realizó una ceremonia en la que se colocó una baldosa que recuerda a las víctimas y se estrenó un corto que reflexiona sobre el tema.

“Es una forma de homenajear a Maximiliano, Luis y Guillermo, pero también de reclamar por que se juzgue a los responsables”, aseguró a Página/12 Patricia Izraelewicz, madre de Maximiliano. En la tarde de ayer, decenas de vecinos se reunieron en Mendoza 5042, dirección donde se encontraba el gimnasio que, a las 16.20 de aquel 9 de agosto, se desmoronó y mató a tres de sus clientes y dejó a otros once heridos.

Izraelewicz sostuvo que “esto es muy movilizante. Tengo sentimientos encontrados. Por un lado, la felicidad y el orgullo del valor humano de estos vecinos que vinieron a la movilización. Por otra parte, siento bronca por tener que decirles que no podemos avanzar con el juicio”.

En la causa que se abrió por la tragedia, los peritajes indicaron que el gimnasio se derrumbó como consecuencia de un mal apuntalamiento de una obra en construcción que se levantaba al lado. Los acusados como responsables son Guillermo Heyaca Varela, el ingeniero a cargo de la obra; José Pataro, dueño de una máquina excavadora utilizada en aquel momento; y Daniel Menta, titular de la empresa constructora.

“La causa sigue como estaba hace cuatro años, con la posibilidad de que prescriba. Está trabada por el tema de los peritajes: se hicieron, pero los abogados de los acusados están pidiendo nuevas investigaciones porque no están de acuerdo con el resultado. Es una estrategia para estirarla lo más que puedan”, señaló Izraelewicz.

En este sentido, comentó que “el gimnasio estaba en perfectas condiciones. Tenía unas filtraciones que yo misma conocía porque me lo comentó Maximiliano en su momento, pero que estaban arregladas y que nunca podrían haber derrumbado el edificio. Se vino abajo por un mal apuntalamiento, que se hizo con una máquina que excavó a más profundidad una tierra que se encontraba mojada por las lluvias de los días anteriores. Además, este trabajo requiere un mes pero lo hicieron apurados en una hora”.

En el marco del homenaje, se colocó una baldosa de cara al lugar donde se encontraba el gimnasio, que recuerda a las víctimas y fue realizada por los mismos familiares y vecinos del barrio. Además, se proyectó El derrumbe de Villa Urquiza, un corto que resultó ganador del concurso “Un barrio de película”, organizado por el Incaa el año pasado, que da cuenta y problematiza el derrumbe.

Sobre un escenario que se improvisó sobre la calle, Izraelewicz, Marta Wang, la madre de Luis, y Hernán Fede, hermano de Guillermo, pronunciaron algunas palabras y coincidieron en que se haga justicia y se castigue a los responsables. “Nuestro deseo es que se destrabe el peritaje. Todos sabemos que los responsables de la obra no cumplieron con las reglamentaciones. Esperamos que la muerte y el sufrimiento de las familias no sea en vano”, sostuvo el hermano de Guillermo.

Por su parte, Wang remarcó que “el juzgado no nos da una explicación después de cuatro años. Exigimos que haya más seguridad para que no ocurran más tragedias como éstas”. También formaron parte de la ceremonia Eduardo Jozami, director del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, y Liliana Mazure, diputada nacional y ex presidenta del Incaa.

“Estas baldosas de la memoria son parte de una construcción colectiva que pueden calmar este dolor y conservar el calor de los chicos”, indicó Mazure. En la misma línea, Jozami reflexionó que “las baldosas son un paso modesto, que no subestimaría porque cada vez que una persona pase va a recordar a los muchachos y lo que les ocurrió”.

Fede comentó a este diario que “siempre esta fecha es muy dolorosa para nosotros. Estamos esperando que se haga justicia y los responsables paguen. Hace cuatro años que estuvimos golpeando puertas, movilizándonos a la Legislatura, al Congreso, pero no tuvimos ningún resultado. Esperamos que en el homenaje del año próximo podamos reunirnos con buenas noticias”.

“El valor humano de los vecinos tiene mayor relevancia que las fallas de la causa. Las baldosas tienen la intención de recordar a los chicos. Que el vecino que no sabe qué pasó se entere. Lo más importante es que esta tragedia no pase al olvido”, agregó Izraelewicz.

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En el acto hablaron los padres de Maxi, Luis y Guillermo, los muertos de la tragedia.
Imagen: Dafne Gentinetta
 
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