Espacio para la Memoria Luciano Arruga será a partir de ahora el nombre del destacamento policial de Lomas del Mirador donde el joven estuvo detenido el 31 de enero de 2009, tras lo cual su familia denunció durante casi seis años su desaparición. El Senado de la provincia de Buenos Aires convirtió en ley el proyecto de expropiación del chalet ubicado en Indart 106, que será transferido a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza. Poco antes, el vicegobernador, Gabriel Mariotto, dijo esperar que el Jurado de Enjuiciamiento impulse el trámite contra los funcionarios judiciales –las fiscales Roxana Castelli y Celia Cejas, además del juez Gustavo Banco– denunciados por mal desempeño en la causa judicial en la que habrían entorpecido el esclarecimiento de la desaparición de Arruga. Tras la votación, mientras el recinto estallaba en un fuerte aplauso, su hermana Vanesa Orieta junto a familiares y amigos gritaban desde los palcos ¡Luciano presente! ¡Lo mató la policía!

El destacamento, que parece una casa de familia más que una unidad policial, había nacido como tal al calor del reclamo de “mano dura” impulsado por un grupo de vecinos luego de ocurridos un par de casos resonantes de “inseguridad”, entre ellos el asesinato del florista de Susana Giménez. En diciembre de 2011, los familiares y amigos de Arruga consiguieron su cierre preventivo, pero cuando se disponían a usarlo como Espacio para la Memoria, las autoridades de la intendencia de La Matanza le cambiaron la cerradura. La promesa de entrega y la foto ya habían sucedido, pero en los hechos no podían disponer del inmueble. En septiembre de 2012, mientras realizaban una radio abierta, denunciaron haber sido “intimidados” por la Gendarmería y por eso resolvieron tomar la casa durante más de dos meses, hasta que el intendente Fernando Espinoza firmó la cesión en comodato. Sin embargo, como solución de fondo exigieron la expropiación definitiva para poder convertirla en un lugar de “contención para que los pibes y pibas del barrio tengan una alternativa ante el acoso policial”, según decían.

“Con este proyecto vamos a sumar un poquito en la reparación, aunque no en la reparación del dolor y la ausencia, porque si no hay verdad ni justicia no hay reparación posible”, dijo la senadora Mariana Moretti, del Frente para la Victoria, sobre la iniciativa aprobada el jueves, cuya autoría es del diputado Miguel Funes, del mismo partido. Y agregó que “el cuerpo (de Luciano Arruga) por fin apareció pero no aparecen claras las circunstancias y las responsabilidades, pero sí está claro que el adolescente fue torturado en el destacamento policial de Lomas del Mirador”. Por su parte, los familiares de Arruga dijeron que “el ex destacamento es para siempre el Espacio para la Memoria Luciano Arruga, de nosotros, los pibes y el pueblo, independientemente del Estado. Cerramos un centro clandestino en democracia, encontramos a Luciano y vamos hasta el final de todo”.

Consultada sobre la expropiación, Vanesa Orieta dijo que “tiene un carácter importante, es el cierre definitivo de un lugar que significó mucha violencia para los barrios humildes de Lomas del Mirador”. Y recordó que “Luciano estuvo detenido en ese lugar durante varias horas el 22 de septiembre de 2008, sufrió golpes y amenazas, por eso ese espacio de muerte será convertido en un espacio de vida, en un centro cultural y social que defienda los derechos humanos de los jóvenes pobres y donde trabajaremos en un archivo de casos de violencia institucional para darles de a poco a los jóvenes las herramientas para que ellos se lo apropien”. Si bien destacó que el vicegobernador cumplió “su compromiso de acelerar la expropiación”, apuntó que “no queremos hablar de ayuda ni de colaboración porque consideramos que no es ni más ni menos que lo que tienen que hacer cada uno de los funcionarios en sus roles”.