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La gran cantidad de lluvia caída en los últimos días en la ciudad de Bandera, 260 kilómetros al sudeste de la capital santiagueña, hizo colapsar los servicios de la comuna dado que el elevado nivel de la napa produjo el desborde de pozos ciegos, inundaciones de viviendas y rupturas de pavimento ante el paso de vehículos pesados.

El intendente de esa localidad, Guillermo Novara, explicó a la prensa que en dos meses llovieron unos 700 milímetros, cuando la media anual es de 800, lo que impide el escurrimiento del agua.

Las fuertes lluvias elevaron el nivel de las napas al punto de hacerlas prácticamente superficiales, lo que implicó que postes y árboles se desplomen por la escasa consistencia que tiene el suelo. El desborde de los pozos ciegos produjo la mezcla entre aguas servidas con la de los aljibes, con lo que se pierde la potabilidad del agua para consumo.

El fin de semana cayeron otros 80 milímetros, con lo que se complicó aún más la situación. Novara indicó que desde el gobierno provincial le enviaron 80 camiones con ripio, un camión con trailer sanitario y operarios de distintas reparticiones, entre ellas Defensa Civil.

El personal de las reparticiones provinciales y los empleados municipales siguen trabajando para ayudar a los alrededor de 7000 habitantes que tiene la ciudad de Bandera, colindante con la provincia de Santa Fe.