Un perro rastreador llamado Corbata fue pasado ayer a retiro con honores por la policía de Río Negro, tras haber ayudado en el esclarecimiento de unos 200 casos en la provincia y en otros puntos del país y el exterior. El animal, un mestizo de 14 años, sufre una parálisis en la cadera, así como problemas cardíacos y renales, por lo que las autoridades aceptaron devolvérselo a su dueño, el especialista en odorología forense Mario Rosillo. El perro trabajó durante ocho años para detectar el olor humano en escenas de crímenes.