SOCIEDAD › RENUNCIO EL JEFE DE SEGURIDAD METROPOLITANA
El portazo del comisario
Ofendido porque está en una “lista gris”, el comisario Damis le avisó a Beliz que deja el cargo.
Cinco de los oficiales que propuso para cargos tienen patrimonios que llaman la atención y hay problemas con algunos gastos.
Por Carlos Rodríguez
En forma sorpresiva, la renuncia del flamante superintendente de Seguridad Metropolitana, comisario mayor Juan Damis, volvió a agitar la interna de la Policía Federal. En su justificación oficial, carta mediante, Damis expresó su “molestia y disgusto” porque su nombre figura en una lista gris oscura –le falta poco para ser negra– investigada por Asuntos Internos, que tiene la mira puesta sobre algunos excesos en los bienes patrimoniales de varios comisarios. Aunque es verdad que existe una carpeta con el nombre de Damis, la razón de fondo fue que en la lista de espera para eventuales sanciones figuran otros comisarios que habían sido propuestos por el renunciante para ocupar cinco de las ocho jefaturas jurisdiccionales que tienen bajo su control las 53 seccionales porteñas. De acuerdo con versiones extraoficiales, Damis sería llamado a prestar declaración en una causa en la que se investigan presuntas irregularidades en el manejo de los servicios de vigilancia adicional.
A priori, resulta difícil explicar por qué designaron a Damis si tenía un expediente abierto en Asuntos Internos. Fuentes cercanas a esa dependencia dijeron que el nuevo titular de la división, Miguel Angel Colella, sería “un duro” que no deja pasar ni la más mínima sospecha sin abrir una investigación. Damis había asumido el cargo hace apenas cuatro días, junto con los otros 11 superintendentes de la fuerza. Ayer, en el comienzo del fin de semana, se supo que había decidido dar un paso al costado por “estrictas razones personales” y no por una presión concreta en su contra de parte de las autoridades del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos que encabeza Gustavo Beliz.
La Superintendencia de Seguridad Metropolitana tiene a su cargo las 53 comisarías y las direcciones generales de Seguridad del Transporte y de Operaciones. También tiene injerencia sobre la Dirección General de Orden Urbano y Federal, de la que dependen el Cuerpo Guardia de Infantería, la Policía Montada y el cuerpo de Policía de Tránsito. Fuentes del ministerio dijeron que a Damis le molestó por igual estar en la lista de sospechosos y que lo estuvieran cinco de los ocho colaboradores que había nombrado. De acuerdo con esas fuentes, “en otros tiempos Damis no hubiera tenido un expediente en Asuntos Internos, pero hoy lo tiene aunque sólo se trate de un interrogante que puede quedar en la nada”.
Otras fuentes precisaron que Damis y algunos de sus subordinados tienen que declarar en una causa por presuntas irregularidades en el manejo de servicios adicionales de vigilancia “y no está desechado del todo que puedan existir problemas”. Todavía es necesario que los involucrados “den unas cuantas explicaciones y por eso Asuntos Internos los tiene en suspenso”. El anterior destino de Damis, antes de llegar a la Superintendencia fue la Dirección de Orden Urbano y Federal, que depende de Seguridad Metropolitana. En ese destino fue jefe desde el 2002. En el 2001 estuvo en la Escuela de Suboficiales.
El cargo que dejó vacante Damis quedó interinamente a cargo del director General de Comisarías, comisario inspector Jorge Humberto Oriolo, hasta tanto la cúpula de la fuerza y el ministerio definan al reemplazante. Los movimientos en la cúpula policial comenzaron a poco de asumir el presidente Néstor Kirchner y se agudizaron tras la ruidosa caída del ex jefe de la Federal comisario general Roberto Giacomino. La debacle se produjo a partir de una denuncia por la contratación directa de material informático para el hospital policial Churruca. El sistema había sido adjudicado a empresas que pertenecían a familiares de Giacomino.
Damis se declaró “molesto, incómodo y disgustado” por figurar en un expediente al que él considera totalmente alejado de la realidad. Desde el año 1998 la Federal pasó por importantes investigaciones relacionadas con posibles casos de corrupción por coimas provenientes del negocio de la prostitución que involucraron a altos jefes y que llevaron, en una ocasión, al relevo de los titulares de las 53 comisarías porteñas. En unacausa por irregularidades en el pago de adicionales en las canchas estuvo a punto de ser involucrado el ex jefe de la Federal Rubén Santos, removido y procesado luego de los homicidios ocurridos durante la represión que acompañó la caída del gobierno de Fernando de la Rúa. “Es increíble ver las declaraciones de varios comisarios, en las que aparecen autos y casas que resultan difíciles de justificar con el sueldo que les paga la fuerza”, dicho anoche una fuente consultada por este diario.