La crecida histórica de la cuenca del río Salado sigue ocasionando problemas y el gobierno de la provincia de Buenos Aires continúa las tareas de monitoreo y asistencia en las localidades afectadas. Asimismo, estiman que la situación es “estable” y que “el pico máximo de crecida ya pasó”. El Comité de Emergencia permanece operando en Villanueva, donde persiste la labor de asistencia a los damnificados. Mientras que el distrito de Lezama registró el pico de crecida del río, en el partido de General Belgrano, a la altura de Gorchs, la inundación mostraba una alentadora bajante. En Pila, afectada en el 70 por ciento por inundaciones, confían en que el agua escurrirá en tanto y en cuanto no llueva en los próximos días. Al respecto, las autoridades bonaerenses son optimistas debido a la perspectiva de buen tiempo, que se mantendrá hasta el sábado. Según Vialidad Provincial, hay al menos ocho cortes de ruta en distintos tramos que afectaban a las localidades de Ranchos, San Miguel del Monte, Bragado, Junín, Vedia y Arenales. Sigue suspendido el servicio de trenes de Buenos Aires a Mar del Plata por los anegamientos.

Villanueva, un pueblo de mil habitantes, continúa aislado y asistido con equipamientos de Salud, Prefectura, Ejército, Marina, Defensa Civil de La Matanza y la Cruz Roja Argentina. El intendente de General Paz, Juan Carlos Veramendi, dijo que la situación tendía a “estabilizarse”. No obstante, admitió que las imágenes de los campos inundados son “realmente dantescas: en la localidad de Río Salado tenemos 30 manzanas totalmente anegadas. Más allá de las obras de canalización y por terminar, es una masa de agua incontrolable, no hay mano humana para contenerla”, indicó.

Por su parte, el jefe comunal de Lezama, Marcelo Racciatti, explicó que “si bien el casco urbano no tiene problemas, tenemos 30 familias evacuadas en el paraje El Destino, donde suspendimos el dictado de clases, y otras 30 familias aisladas en la zona rural a la que llevamos víveres y otras provisiones en lancha”. Racciatti destacó que la obra realizada en el Salado, que implicó su dragado, “evitó que tuviéramos complicaciones tremendas, y las compuertas protegieron el casco urbano de Chascomús”.

En Pila, 400 personas de zonas rurales reciben alimentos, agua potable y medicamentos con un helicóptero de la Secretaría de Ambiente de la Nación, sumados a vehículos del Ejército, Bomberos Voluntarios y la policía. El intendente Gustavo Walker dijo que, en caso de precipitaciones, “estamos preparados para cualquier contingencia; si no hay lluvias extraordinarias, el agua va a escurrir en 15 o 20 días”, afirmó.

Defensa Civil continúa monitoreando el comportamiento de las aguas y el impacto en los cascos urbanos de Castelli, General Viamonte, Chascomús, Roque Pérez, Bragado y Dolores. El ministro de Infraestructura provincial, Alejandro Arlía, destacó que “se encuentran en pleno funcionamiento las bombas que extraen 12 millones de litros por hora”, y la Secretaría de Servicios Públicos puso en marcha un generador eléctrico para sostener el bombeo del agua en la zona, al tiempo que implementó un plan de contingencia, muestreo y monitoreo de la calidad de los servicios públicos de agua potable y desagües cloacales en las ciudades afectadas.

La Dirección de Vialidad provincial dijo que las rutas 41, 46 y 50 están cerradas al tránsito, y las rutas 29 y 65 tienen agua sobre la calzada. Por último, la empresa Ferrobaires mantenía la suspensión del servicio de trenes a Mar del Plata y señaló que quienes tengan pasajes adquiridos podrán canjearlos por tickets de ómnibus.