Un hombre de 45 años fue detenido ayer acusado por el crimen de una turista chilena cometido en la localidad cordobesa de San Marcos Sierra, 150 kilómetros al noroeste de la capital provincial. Apodado “Pepino”, el sospechoso, que presentaba un cuadro de deshidratación y las manos muy lastimadas, fue detenido cerca del lugar donde fue encontrado el cadáver de Lorna Mateluna Sala y quedó imputado por el delito de “homicidio agravado”. Actualmente se encuentra internado en un centro médico de la zona y durante la semana será indagado. Tras practicársele la autopsia correspondiente, el cuerpo de Sala fue entregado a la familia que reside en Buenos Aires.

El viernes pasado en horas de la mañana, cerca del balneario conocido como Vado López, uno de los preferidos por los turistas, apareció el cadáver de Lorna Mateluna Sala, una turista chilena de 43 años, a metros del río Quilpo, en las proximidades de San Marcos Sierra. El cuerpo estaba sin vestimenta de la cintura para abajo y con una herida en la cabeza que la policía cree que pudo haber sido producida por una piedra con rastros de sangre que fue encontrada en la zona. Horas más tarde, a unos tres kilómetros del poblado, detuvieron al supuesto femicida.

El comisario inspector Rubén Turri confirmó que el hombre, oriundo de la localidad chaqueña de Quitilipi, fue aprehendido en un camino solitario próximo al lugar donde fue encontrada la víctima. El jefe policial dijo que el sospechoso debió ser internado ayer por la tarde en el Hospital Aurelio Sosa de Cruz del Eje, puesto que presentaba “signos de deshidratación” y en sus manos había indicios de que “el monte lo ha dañado”, aunque aclaró que el imputado “evoluciona bien”. Y añadió: “Dimos con él, de quien se realizó antes un identikit, porque tenemos testimonios que indican que esta persona se encontraba en un grupo de tres junto a la turista chilena; y lo reconocimos porque estaba en malas condiciones de salud tras estar horas oculto”.

Asimismo, el fiscal de la unidad judicial Cruz del Eje, Martín Bertone, detalló que Sala “había llegado a la zona aproximadamente hace cinco días”, que “en algún lugar de San Marcos” conoció a dos hombres, uno apodado “el Chileno”, pero que era oriundo de Santa Fe, y otro con el mote de “Pepino”, quien decía ser de Costa Rica, pero hasta ahora sólo se estableció que vivió en Quitilipi, provincia del Chaco. “Allí entran en relación y deciden compartir cuatro o cinco días juntos”, dijo Bertone en referencia a que el trío estableció campamento a unos kilómetros de la localidad, en un paraje agreste y alejado. El fiscal señaló que “la víctima estaba compartiendo con ‘Pepino’ dentro de la carpa una actitud de pareja”. Mientras que el tal “Chileno” dormía afuera, “está identificado y no está demorado ni en calidad de sospechoso”, aunque “desde un punto de vista jurídico es un testigo que compartió con la víctima y el victimario algunas situaciones”.

Por su parte, los peritos que analizaron el cuerpo de la turista en la escena del crimen aseguraron que el femicidio ocurrió pocas horas antes del hallazgo del cadáver. La autopsia dio como resultado que la víctima sufrió múltiples traumatismos faciales y de cráneo. El cuerpo de la mujer fue entregado a una hija que reside en Buenos Aires.

Por último, la fiscalía general confirmó que “Pepino” quedó imputado por “homicidio agravado”, que fue notificado de esta situación y que se espera la evolución de su salud “para poder citarlo a una indagatoria”.