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No fue la dueña del centro de belleza de Recoleta, condenada por acosar sexualmente a una empleada, quien cuestionó la sentencia de primera instancia que la encontró culpable: los abogados que llevan adelante la causa de la denunciante, una cosmetóloga ucraniana, fueron los que apelaron el fallo que ordenó una indemnización de 32.880 pesos para la víctima, por considerar que es “poco dinero por el daño sufrido”. Según señalaron a Página/12, además de ser acosada, la joven estuvo presa unos días por una denuncia de extorsión efectuada por la propia acusada. Por esa razón, reclaman “para compensar el daño, que incluye un severo cuadro de anorexia, una suma de 120 mil pesos”.
El caso, que trascendió ayer, tiene como víctima a una joven de 27 años, ucraniana, cuya identidad se mantiene en reserva. La condena fue firmada por el juez en lo Civil Francisco Granillo Ocampo. La mujer comenzó a trabajar en 1994 en un centro de belleza de la calle Quintana, en Recoleta. Primero fueron libros con dedicatorias, seguidos por una invitación a Brasil de una de las dueñas y más tarde el ofrecimiento de un departamento, que sería pagado en cuotas con el sueldo de la víctima, según denunció en la Justicia.
De acuerdo con su relato, el acoso se manifestaría unos días después, cuando la dueña la invitó a cenar a su casa y la empleadora le dijo que quería tener relaciones sexuales con ella. La cosmetóloga no accedió y se fue, y luego contó el episodio a la otra socia del centro. Pero, al parecer, se le escapaba un detalle fundamental: “esta última era la pareja de su socia”, señalaron los abogados Gustavo Calvinho, Ernesto Petruzzo y Máximo Sacón. El escándalo provocó el despido de la empleada, quien fue denunciada por extorsión y estuvo presa. “El acoso sexual sumado a los días que estuvo en la cárcel provocaron una profunda depresión. Y luego de salir en libertad, su novio, con quien tenía planeado formar una familia, la dejó”, detallaron.