En medio de un gigantesco operativo de seguridad, empezó el juicio de extradición del narcotraficante Henry de Jesús López Londoño, alias “Mi Sangre”, de nacionalidad colombiana. La fecha inicial del juicio oral había sido fijada para el 21 de noviembre de 2013, pero por sucesivos recursos de la defensa fue pospuesta. La Justicia norteamericana acusa a López Londoño de “delito grave en materia de estupefacientes’’ y “asociación ilícita para delinquir’’. En los tribunales de Retiro, y ante el juez federal Sebastián Ramos, el imputado pidió no ser extraditado a Estados Unidos –donde pidieron su captura por narcotráfico–, insistió en que es un perseguido político y acusó a la DEA de “armar una causa” en su contra. López Londoño, de 45 años, fue arrestado en octubre de 2012 en un exclusivo barrio de Pilar, adonde residía junto a su mujer y tres hijos pequeños; desde entonces permanece alojado en un pabellón especial del penal de máxima seguridad de Ezeiza. Londoño está acusado de integrar Los Urabeños, banda de paramilitares vinculada con el narcotráfico. Su defensa espera conseguirle el status de refugiado, trámite que debe resolver la Comisión Nacional para los Refugiados (Conare).