Investigadores y especialistas convocados por la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados para analizar el avance del dengue en el país coincidieron en considerar “crítico” el estado de la epidemia, que ya dejó 11 víctimas fatales. Del encuentro, al que no acudieron funcionarios del ministerio de Salud de la Nación que habían sido citados, participaron el ex ministro de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Collia, su ex colega nacional, Daniel Gollán, el epidemiólogo e investigador de la Universidad Nacional de Lanús Marcio Alazraqui y el biólogo e investigador del CONICET Nicolás Schweigmann. “Esperamos que los funcionarios del Poder Ejecutivo concurran en el futuro para evacuar las preguntas de los diputados”, señaló la presidenta de la comisión, Carolina Gaillard (FpV), durante el encuentro.

El investigador Schweigmann advirtió que, de acuerdo con los datos oficiales, la ciudad de Buenos Aires tiene más casos de dengue confirmados que todo el NOA Argentino. El biólogo, que investiga la ecología del mosquito desde hace 18 años, definió al dengue como un problema socioambiental y llamó la atención sobre los mitos respecto al control de la epidemia. “Cuando vemos que se fumiga un parque lo que está pasando es que el mosquito se va a mover a otras zonas, por lo que es un error absoluto”, explicó. Además, aclaró que los repelentes no son suficientes para combatir el virus, por la capacidad de adaptación del Aedes aegypti. Así, el investigador apuntó a las responsabilidades del Estado que, según señaló, debe velar por la limpieza de los barrios y la eliminación de los basurales a cielo abierto y chatarrerías. “Hay que trabajar con las manzanas como unidad de seguridad, porque el mosquito puede llegar a moverse entre unos 20 o 30 metros”, aseguró.

En consonancia con esa perspectiva, el ex ministro bonaerense Collia advirtió que “hay que trabajar para que el dengue no se transforme en una enfermedad endémica con un trabajo articulado desde el Estado y en el territorio”. “El eje de las políticas debe estar orientado a trabajar con la comunidad, la estrategia no puede ser esperar el frío”, añadió.

Por su parte, el ex ministro nacional Gollán repasó políticas implementadas durante su gestión para prevenir y controlar el contagio del virus. “Se trabajó casa por casa, yo estuve en el norte en clases comunitarias donde se enseñaba a cada trabajador público sobre cómo se debía limpiar la zona para evitar la reproducción del mosquito y el contagio”, contó el ex ministro nacional. Sin embargo, señaló, “hoy vemos que muchas de esas medidas que nos estaban devolviendo resultados, en principio, favorables, se discontinuaron con la desarticulación de programas que trabajaban en los barrios”. “Tuvimos una política clara y consistente que hubiera sido bueno que no cesara”, manifestó Gollán frente a los diputados.

El ex ministro también advirtió que hasta ahora la campaña pública se concentró en pedir limpieza a los ciudadanos, pero que “no se hicieron bloqueos ni se armó un comité de crisis”. Además, consideró el ex funcionario, el Ejecutivo dejó de transferir a las provincias recursos que permitían garantizar la continuidad de los programas nacionales. “Si vamos a dejar que las provincias resuelvan solas el problema de la epidemia, sin asistencia sólida del gobierno nacional, vamos a volver a la época pre Salvador Mazza, donde luchaba para que el poder central entienda que este es un problema de salud pública a nivel nacional”, agregó. Además, alertó acerca de que el subregistro de casos no permite conocer el alcance total de la epidemia y advirtió que la fumigación como medida tiene un impacto muy bajo, por lo que “se deben redoblar los esfuerzos”.

A su turno, el epidemiólogo Alazraqui señaló que “ya estamos ante una epidemia, si consideramos que los casos informados por el Boletín Integrado de Vigilancia Epidemiológica son aproximadamente 67 mil, de los cuales 35 mil son confirmados como probables casos autóctonos, y a los que hay que sumarle los infectados por zika y chikungunya”. De esta forma, calificó la situación actual como “mucho peor que en 2009” e igual que sus pares insistió en la necesidad del trabajo de las autoridades de Salud. “Si cargamos responsabilidades sobre el individuo, desresponsabilizamos al Estado”, comentó.

“Sería bueno que estuviera acá el ministro Lemus para informarnos sobre cómo se está trabajando en el tema”, opinó la diputada Soledad Sosa (Frente de Izquierda), quien también adelantó que el “siguiente tema a tratar son los más de 600 despidos en el Hospital Posadas, que se dan en el momento en que más se necesita reforzar el sistema sanitario”.

Informe: Paz Azcárate.