La red social Badoo, a la que ingresan a diario cien mil personas en el mundo en busca de relaciones informales, era utilizada en Buenos Aires por una banda que captaba hombres, generalmente casados, que en el lugar de la cita eran secuestrados para sacarles la llave de sus casas, que eran desvalijadas mientras ellos seguían privados de su libertad. La investigación, que sigue abierta, tiene por ahora seis detenidos y es buscada una mujer que habría sido utilizada como “señuelo” para atrapar ingenuos que, en lugar de sexo sin compromiso, recibían golpes, saqueo de dinero y bienes, además de humillación.

Aunque se cree que son muchos más los que cayeron en la trampa, la investigación avanzó sobre lo que le ocurrió a dos extranjeros, uno de nacionalidad china y otro, español. En forma paralela, en otra causa, hay un caso similar, el de un hombre que fue secuestrado, drogado y al que también le saqueron la casa; ahora se busca establecer si es la misma banda. En los primeros dos casos, las víctimas estuvieron secuestradas en Avellaneda y en el otro, en algún lugar del microcentro porteño.

Las seis detenciones se produjeron en el marco de una investigación a cargo de la fiscal de instrucción Estela Andrades, con intervención del juez Diego Javier Slupski. La División Robos y Hurtos de la Policía Federal realizó siete allanamientos y ahora, a través de la documentación reunida, se trata de establecer si la “mujer señuelo” existe o si era una mentira más de la organización.

Uno de los allanamientos se hizo en una vivienda del partido bonaerense de Avellaneda, adonde eran trasladadas las víctimas. Según la información policial, los hombres eran drogados, retenidos y golpeados “con brutalidad al punto de que se encontraron restos de dientes partidos y manchas de sangre”. En el lugar hallaron también un arma de fuego y los psicofármacos que eran utilizados para dominar a las víctimas mientras algunos integrantes del grupo iban a sus casas y las desvalijaban llevándose dinero y objetos de valor.

La trampa consistía en captar hombres, por lo general casados, con la promesa de una cita sexual sin compromiso alguno, con una mujer atractiva, cuando en realidad se trataba de un perfil falso en la red Badoo. Algunos de los estafados sostienen haber chateado con una mujer y ahora se trata de establecer si ella existe, o si fue un truco más de los integrantes de la banda.

“La mujer o los integrantes de la banda que se hacían pasar por ella chateaban con la víctima, le proponían un encuentro sexual furtivo y se ponían de acuerdo para encontrarse en algún sitio de la Capital Federal donde el hombre terminaba siendo capturado”, señalaron las fuentes policiales. Los hombres, bajo la amenaza de un arma, eran subidos a una camioneta y llevados a la casa de Avellaneda.

Mediante golpes y amenazas, le sacaban la llave y la dirección de su casa; una vez logrado eso, los drogaban para que no los molestaran mientras duraba la operación saqueo. El juez Slupski y la fiscal Andrades se comunicaron con la fiscal de instrucción Romina Monteleone, para intercambiar información y establecer si los casos de Avellaneda y el de Balvanera fueron cometidos por el mismo grupo.

El caso de Balvanera, ocurrido el lunes pasado, tuvo como víctima a un hombre de 56 años que es vendedor de platería y bijoutería. El hombre había acordado una cita con una mujer a través de la red Badoo, pero al llegar al sitio pactado, en Avenida de Mayo al 1300, fue sorprendido por tres hombres que lo secuestraron. Lo llevaron a una casa en una zona que él no pudo identificar, lo ataron a un sillón, lo forzaron a ingerir pastillas y un líquido, lo que le produjo somnolencia.

Luego se dirigieron a su casa, en Sarmiento al 2000, en Balvanera, en el microcentro porteño, donde robaron mientras mantenían cautivas a una hija del vendedor y a otra persona. Para atemorizarlos, le mostraron una foto que le habían sacado al hombre, atado y amordazado en el lugar donde lo tenían secuestrado.