Más de dos mil niños se movilizaron para reclamar justicia por el crimen de Mario Agustín Salto, el chico de 11 años secuestrado, violado y descuartizado en la localidad santiagueña de Quimilí, 220 kilómetros al sureste de la ciudad de Santiago del Estero. Al grito de “Justicia, justicia”, y mostrando carteles con distintas leyendas, los chicos recorrieron las principales calles de la población rural de más de 24.000 habitantes. En tanto, los padres de Mario volvieron a indicar que siguen “sin creer en la Justicia y la Policía de Santiago del Estero, porque ya pasó bastante tiempo del horrendo crimen y las investigaciones, no sólo que se encuentran estancadas, sino que volvieron a foja cero”.