Los porteños le dirán adiós a las bolsas de plástico en los súper e hipermercados y autoservicios a partir de enero de 2017. La resolución del gobierno de la ciudad será publicada el lunes en el Boletín Oficial y establece que desde el 1º de enero del año próximo esos comercios no podrán entregar más bolsas plásticas livianas del tipo “camiseta” con dos manijas. La medida busca desalentar el uso de ese material perjudicial para el medio ambiente y reemplazarlo por bolsas reutilizables o changuitos. La Asociación de Supermercados Unidos (ASU) se pronunció en contra (ver aparte).

La reglamentación tendrá como marco a la ley 3147 de la Ciudad, sancionada en 2009, que fomenta la prohibición en la entrega de bolsas por parte de los comercios y la sustitución de sobres y bolsas reutilizables. La prohibición incluirá un sistema de control desde enero a los comercios afectados y el incumplimiento contempla multas que podrían rondar los 100.000 pesos.

En los meses que restan hasta que entre en vigencia la normativa, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño llevará a cabo una campaña de distribución de 1 millón de bolsas reutilizables en puntos de alta circulación de vecinos y centros de consumo para que la gente pueda iniciar el proceso de reemplazo.

Las bolsas que se entregarán están hechas con materiales reciclables que permiten el uso reiterado, y su tamaño permite el traslado de una mayor cantidad de productos ya que equivalen a tres o cuatro de las bolsas livianas.

Por otra parte, el tiempo de transición permitirá que los comercios liquiden el stock de bolsas que tienen y se buscara que otros rubros como las farmacias, cafés o casas de comidas se sumen a la medida.

El Gobierno porteño sostuvo que una encuesta realizada en julio de este año afirma que cerca del 90 por ciento de los vecinos manifestó que está dispuesto a cambiar sus hábitos para no perjudicar al medio ambiente, en tanto que un 78 por ciento consideró que no entregar bolsas se traducirá en una ciudad más limpia.

Según datos de la cartera de Ambiente, en la Ciudad “sólo en el rubro de hipermercados, supermercados y autoservicios se entregan más de 500 millones de bolsas plásticas livianas por año”. Pero en particular “son números que asustan porque son bolsas que tardan cientos de años en degradarse. Tenemos que acostumbrarnos a usar nuestras propias bolsas reutilizables para reducir la contaminación en la Ciudad, evitar anegamientos y el daño a la flora y fauna” dijo el ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Machiavelli.

Un tercio de los residuos recolectados durante la limpieza de arroyos entubados son bolsas de plástico, las que en los túneles de desagües pluviales obstruyen el paso normal del agua, situación que se vuelve más crítica cuando llueve en la Ciudad. También se detectaron restos plásticos en los tractos digestivos de tortugas marinas que se alimentan de medusas en las aguas mixtas del Río de la Plata y el Mar Argentino. Y es material que se encuentra de manera frecuente en la Reserva Ecológica de Costanera Sur o en el Parque Tres de Febrero de Palermo, adonde suelen llegar a través del aire por su bajo peso.

Las primeras medidas para desalentar el uso en la ciudad de bolsas que no son biodegradables se tomaron en 2012 cuando los supermercados comenzaron a cobrarlas a sus clientes, lo que produjo una disminución del 50 por ciento de su uso.

“Nos parece bien que el Ministerio lleve adelante la prohibición de bolsas en supermercados, vengo trabajando en esta iniciativa desde el 2014”, dijo Inés Gorbea (Suma+), que preside la Comisión de Ambiente en la Legislatura. Por su parte, el legislador Adrián Camps (PSA) sostuvo que “la medida es correcta, pero insuficiente” dado que, a su entender, debería contemplar alguna alternativa para “las bolsas que se usan para los productos frescos, que no son biodegradables”.