El gobierno de la ciudad busca lanzar su propia Uber con la aplicación “Taxis BA”, para que los usuarios puedan pedir un vehículo a través de los teléfonos celulares y con la opción de abonar los servicios con tarjeta de débito y crédito. La propuesta, que será tratada a partir de las 13 de hoy en la comisión de Tránsito y Transporte de la Legislatura porteña, viene sumando rechazos desde las pymes y cooperativas de taxis.

El proyecto, que en principio cuenta con el acompañamiento de todos los bloques, requiere un cambio del Código de Tránsito y Transporte de la Ciudad que necesita incorporar –dentro del artículo que se refiere a las opciones de pedido del servicio de taxis– la alternativa del uso de la nueva aplicación a las ya vigentes de la vía pública, paradas autorizadas, vía telefónica o mensaje de texto.

Según la iniciativa, la aplicación que permitirá pedir los taxis a través de dispositivos móviles se hará a través de una plataforma tecnológica pública y abierta, que no implicará un costo adicional ni para los usuarios ni para choferes que se registren en el sistema. Y si bien la administración de la base de datos estará a cargo del gobierno, no se precisó qué dependencia será la encargada de gestionar la masa de información que generará la aplicación ni cómo se garantizará su privacidad.

La aplicación, que por ahora es sólo un bosquejo según fuentes de la Legislatura, permitirá a los pasajeros porteños geolocalizar el viaje, acceder en la plataforma de la aplicación a la identificación del vehículo y del conductor que va a prestar el servicio, así como también generar un reporte electrónico del viaje y consignar las principales características: fecha, hora, lugar de inicio y fin del servicio y valor abonado. También será posible obtener el historial del viaje y calificar el servicio.

Habrá un servicio especial de Taxi Accesible que permitirá que las personas que se desplazan en sillas de ruedas una vez que soliciten el servicio no puedan ser rechazadas.

En cuanto a los choferes, les permitirá generar un reporte diario de actividad, cobrar los viajes a través de tarjetas de crédito, recibir información del estado del tránsito y recibir recordatorios de los vencimientos más relevantes correspondientes al titular de la licencia o a los conductores.

Para garantizar la seguridad, los conductores deberán estar en línea durante todo el trayecto que dure el viaje y tendrán la posibilidad de emitir una señal de alarma.

La iniciativa recibió cuestionamientos de parte de la Cámara de Radiotaxis (CAR) que el viernes pasado realizó una protesta frente a la legislatura. Miguel Ángel Bello, presidente de la CAR, aseguró que la ley pone en peligro la estabilidad de 43 pymes, que ya vienen golpeadas por la situación económica y que dan trabajo a más de 1400 familias. Bello dijo que la función del gobierno debería ser “controlar la actividad de los taxis, no salir a competir”. “Y eso fue justamente lo que nos dijo el secretario de Transporte porteño, Juan José Méndez: compitan”.