Ladrones que simularon ser carteros asaltaron a un jubilado en su casa de Moreno, lo golpearon y cortaron un dedo para exigirle dólares y joyas y finalmente le robaron algo de dinero, electrodomésticos, ropa y hasta la heladera.

Cerca de las 14, en la avenida San Martín 7951, el dueño de casa, Felipe Di Francisco, un jubilado de nacionalidad italiana de 72 años, que se encontraba con su esposa y una hija de 25 años, oyó el timbre. El que tocaba era un hombre vestido con camisa celeste con las características de las usadas en una empresa de correo privado, que aseguró ser el cartero y que venía a entregar un sobre. Confiado, el jubilado abrió la puerta y en ese momento recibió un empujón y varios golpes en el rostro, al tiempo que era embestido por el grupo de cinco o seis delincuentes que se metió a la casa.

Una vez adentro, los asaltantes colocaron a sus víctimas bolsas de residuos de color negra en la cabeza, con la intención de evitar que pudieran observar sus caras. Y comenzaron a exigirles dinero, especialmente euros y dólares, con la amenaza de que los iban a matar a todos.

La esposa de Di Francisco fue maniatada y encerrada en un baño, mientras que a su hija la amenazaban con violarla si su padre no les daba todo su dinero.

Luego, al jubilado lo llevaron a recorrer los ambientes, lo golpearon en todo el cuerpo y finalmente lo torturaron, al punto que le cortaron el dedo meñique mientras le gritaban que mentía y que si no entregaba el dinero los mataban.

Finalmente, tras más de cinco horas, para escapar del lugar, los falsos carteros simularon una mudanza. Cargaron una camioneta tipo fletera que dejaron estacionada en la puerta y hasta obligaron al dueño de casa a ayudarlos a cargar los objetos que se estaban robando, algunas joyas, el microondas, electrodomésticos, ropa, comida, tres teléfonos celulares y otros objetos de cocina y hasta la heladera. También se llevaron unos cinco mil pesos y quinientos dólares que tenían guardados en un cajón y dejaron encerradas a las víctimas.

Luego de la fuga, los vecinos escucharon el pedido de auxilio de los asaltados y llegaron a la casa, pero como no tenían llaves para entrar, tuvieron que romper la puerta.

Fuentes judiciales dijeron que el hombre se encontraba internado en el Hospital de Moreno y su estado era estable, por lo que se esperaba que fuera dado de alta.