Jueves, 8 de septiembre de 2016 | Hoy
SOCIEDAD › LA JUSTICIA FEDERAL ORDENó A FACEBOOK EL PAGO DE 270 MIL PESOS
La Cámara Federal de Córdoba ordenó a Facebook el pago de una indemnización a un abogado de Río Cuarto por una cuenta trucha con el nombre del demandante. La red social tiene la obligación de informar a cada uno de los amigos de la cuenta trucha.
La historia de Quique Novo no tiene nombre, aunque tiene (o tenía) dos nombres y son el suyo propio. Todo empezó un día de abril de 2013, cuando recibió unos mails de amigos que le deseaban “¡Feliz cumple, Quique!”, “¡Enrique, que lo cumplas feliz!”, “Avisá si hacés algo”. La sorpresa –para él– era que el saludo no se correspondía con su fecha. Novo, funcionario municipal de Río Cuarto, Córdoba, descubrió que alguien había abierto una cuenta trucha con sus datos y presentó una demanda en la Justicia. Ese año, un juez federal le dio la razón, ordenó cerrar la cuenta trucha y avisar a los amigos que se trataba de un falso Novo. Facebook no cumplió y ahora la Cámara Federal de Córdoba ordenó que el gigante de las redes sociales pague 270 mil pesos de indemnización por incumplir la orden judicial (la cuenta ya había sido cerrada) y que avise a cada uno de los amigos del muro trucho.
Novo es docente de la Universidad Nacional de Río Cuarto, fue concejal entre 2008 y 2010, y se postuló como candidato a intendente por el partido UPC (Unión por Córdoba) con la propuesta de “independizar” a Río Cuarto. Tuvo más éxito con la demanda contra Facebook.
Novo tenía un perfil en la red social como “Quique Novo”, pero en abril de 2013 recibió dos mensajes de cumpleaños erróneos. “Lo vi en tu Facebook”, le explicaron los amigos (no tan amigos, mas bien, allegados, o conocidos, claro) cuando los consultó por mail. Novo le pidió a un familiar que se daba maña en cuestiones de redes sociales, y éste le dijo al rato que alguien había creado un perfil con el nombre de “Enrique Novo” y era de Río Cuarto. El Novo verdadero entonces empezó a curiosear en el muro del homónimo y descubrió que tenía como amistades a otros docentes universitarios, alumnas y alumnos de la facultad, y también jueces. En el perfil trucho no había fotos del Novo verdadero, pero daba un dato trucho que podía interpretarse como verdadero, que era abogado egresado de la UNRC. Y empezó a preocuparse (el Novo verdadero) por la posibilidad de que el Novo trucho empezara a recibir mensajes privados en los que los remitentes supusieran que se trataba de él aunque no fuera él.
Entonces, presentó la denuncia a la propia Facebook y obtuvo como respuesta que no se infringían las normas comunitarias, con lo que Facebook daba por hecho que en Río Cuarto podían existir dos Enriques Novos. Novo –siempre hablando del verdadero–, mandó entonces una carta documento a Facebook Argentina reclamando el cierre de la cuenta del Novo trucho. Pero no sólo no obtuvo respuesta, sino que descubrió que el Novo trucho seguía subiendo comentarios en el muro a su nombre que no era suyo.
Entonces inició una demanda ante la Justicia federal de Río Cuarto, en la que pedía que se cerrara la cuenta del simultáneo trucho, y que se avisara a cada uno de los amigos de esa cuenta que no se trataba de él.
Después de iniciar la demanda judicial, Facebook Argentina le respondió aquella carta documento, y le informaba a Enrique Novo que la cuenta del Enrique Novo que no había enviado la carta documento había sido cerrada por la propia red. Pero no cumplió con la segunda parte de la demanda que consistía en avisar a los amigos, con la excusa de que la Justicia debía notificar sobre la medida a la sede de Irlanda.
Mientras, el Novo verdadero se conseguía de la Universidad un certificado por la negativa, es decir, un certificado en el que la UNRC afirmaba que no existía hasta la fecha, en la historia de la institución, ningún abogado recibido en esa casa de estudios que pudiera ser identificado como Enrique Novo. Y lograba además el certificado de que él, el Enrique Novo verdadero y demandante, era el único abogado en Río Cuarto. Con esa identidad, claro.
En septiembre de 2013, el juez federal de Río Cuarto, Carlos Ochoa, ordenó a Facebook que notificara a cada uno de los contactos de la cuenta trucha que el Enrique Novo que ellos creían que era Enrique Novo, en realidad no lo era. Hasta esa fecha, el reclamo del Novo verdadero no incluía resarcimientos económicos.
Pero como Facebook Argentina salió con el argumento de la matriz en Irlanda, el juzgado federal le impuso una sanción pecuniaria por no acatar el fallo que llegó a 270 mil pesos. Después de tres años, los abogados de Facebook Argentina consiguieron que se suspendiera la multa. Pero Novo, ya propietario del único muro a ese nombre, apeló la decisión. Ahora, la Cámara Federal de Córdoba le dio la razón y lo volvió a habilitar para que pueda cobrar la indemnización.
Además, ordenó que Facebook informara a cada uno de los amigos del ex Novo trucho que la cuenta era falsa y que no la había cerrado el dueño porque se le daba la gana sino porque era trucha.
En un gesto que enaltece su nombre verdadero, el Novo que quedó anticipó que la mitad del dinero será cobrado directamente por el municipio de Río Cuarto para la compra de uno o dos zoótropos (carros que reemplazan a los tirados por cabalos) que serán destinados a los recolectores urbanos.
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