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El sueño de llegar en subte hasta Flores ya tiene plazo: el año 2008. Y en ese camino, la ciudad dio ayer un nuevo paso, al conocerse las ofertas de las cinco empresas interesadas en la construcción. La que formuló el consorcio español Dycasa-Dragados –el mismo que realiza la obra de la Línea H– resultó ser, a primera vista, la más beneficiosa: cotizó 95,2 millones por toda la obra civil, 12 millones menos que el presupuesto oficial previsto para la obra. Las propuestas, sin embargo, deben ser analizadas y la adjudicación se hará en un mes. “Estamos en condiciones de empezar las obras en mayo”, dijo a Página/12 el presidente de Subterráneos de Buenos Aires, Edgardo Kurtner. La obra se realizará, íntegramente, con recursos propios de la ciudad.
La Línea A de los subterráneos porteños es la más antigua de Buenos Aires: fue inaugurada en 1913. Desde ese año tiene el mismo recorrido: 6,8 kilómetros, desde Plaza de Mayo hasta Primera Junta. El proyecto de extensión que acaba de iniciarse apunta a construir otros 2,8 kilómetros, con cuatro nuevas estaciones, hasta la avenida Nazca.
Cinco empresas son las interesadas en la obra: la multinacional Techint, las argentinas Benito Roggio y José Cartellone, la sueca Sade Skanska y la española Dycasa-Dragados. Esta última es la que presentó la mejor oferta económica, con 95,2 millones de pesos para toda la obra civil, contra 97,4 millones de José Cartellone, 103 millones de Roggio, 105,7 de Techint y 120 millones de Sade Skanska. Ahora se abre un período de estudio de las ofertas, por parte de la Secretaría de Infraestructura y Planeamiento y Subterráneos de Buenos Aires (SBA), una empresa del Estado porteño. Se estima que en un mes se hará la adjudicación de la obra.
El anteproyecto para la extensión fue elaborado, justamente, por los ingenieros de SBA, que además tendrán a su cargo la dirección de obra, como ocurre con los trabajos de la Línea H. El presupuesto incluye únicamente las obras civiles: el cavado del túnel y la construcción de las estaciones. “No contempla el tendido de las vías, ni la señalización ni la compra de los coches, lo que implica un presupuesto adicional de unos 50 millones de pesos”, estimó Kurtner ante una consulta de este diario.
Los 2880 metros de extensión involucra cuatro nuevas estaciones a lo largo de la avenida Rivadavia: Puán, Carabobo, Plaza Flores y Nazca. Según el pliego de licitación, la obra civil deberá estar terminada en 42 meses. “En 2007 va a poder habilitarse el servicio hasta Carabobo y 12 meses después hasta la avenida Nazca”, aseguró el secretario de Infraestructura y Planeamiento, Roberto Feletti.
Los plazos contrastan con los de la Línea H, que comenzó a construirse hace tres años y cuya inauguración, para el primer tramo, entre Once y Caseros, está prevista para 2006. “La diferencia está en que la H es una línea nueva, de 3,5 kilómetros, y la A es la continuación de una línea existente, de 2,8 kilómetros”, explicó Kurtner.
Las futuras estaciones tendrán andenes laterales, como los que hay en la línea. Pero a diferencia de los actuales, los vestíbulos y boleterías serán centrales. El acceso desde la calle será por escalera mecánica hasta el vestíbulo y desde allí a los andenes. Las obras incluyen ventilación mecánica de confort en todas las estaciones y de emergencia en los túneles. También incluyen baños públicos y para discapacitados.
Mucho antes de que estén finalizadas las obras, estará terminada la modernización del actual tendido de la Línea A, que está en marcha y debería concluir a fin de año: consiste en la renovación del sistema eléctrico y de las vías, la remodelación de las estaciones y una nueva dotación de vagones. El costo de esa obra es de 190 millones de pesos, financiados con un crédito del Banco Mundial.